Lo que le faltaba al cuento anterior son estas imágenes, que por fin pude encontrar en este vídeo con música de Brahms. Más o menos eso es lo que ví en mi ensueño, cuando escribí el cuento. En las fotos no es aún de noche, pero es fácil imaginar esos paisajes unas horas después, con la luz de la luna...
Y la música romántica de Brahms me parece que ni pintada para estas escenas. Quizás algo triste, pero siempre con una luz interior llena de fuerza.
AC.
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- Sinfonía nº 3
- 3º mov.
Poco Allegretto- Johannes Brahms
- Dir.: Wilhelm Furtwangler
- Orquesta: Filarmónica de Berlín
Tu relato ya me hizo soñar esas imágenes y todas las músicas, gracias.
ResponderEliminarTe dejo un dulce beso y felices sueños.
Hola, Juanaazul.
ResponderEliminarMe dejas sin palabras. Sinceramente, no creía que mi relato fuera suficiente para provocar imágenes, y mucho menos músicas.
No tengo, ya digo, palabras para contestarte. Sólo lo que te dije en la anterior entrada: que me animas a seguir haciendo este tipo de relatos.
Gracias por el beso.
Un abrazo y buenos y redondos sueños.
Yo creo que en la noche, esa noche, la magia de la luz hizo que el tiempo se dentenga para disfrutar de la música de la vida. ¡Muy interesante relato! Un saludo desde Buenos Aires
ResponderEliminarpasaba a invitarte a mi caja!
ResponderEliminarun abrazo!!
La música es ese destello que del que se vale el mundo para darnos la última pista. Esa que nos permitirá descubrir lo que estaba oculto tras el engaño de la luz y las palabras. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo enorme
Chuff!!
Este Universo no sería lo mismo sin la música. ¿Qué haríamos sin ella?.
ResponderEliminarPreciosa Antonio.
Tus imágenes fueron las mías antes de haberlas visto,sólo que en plena noche,con la luna restallando la oscuridad.
ResponderEliminarY la música de Brahms no la llamaría triste, sino melancólica,tal vez.
Excelente,Antonio,el que no sabe escribir.
MIl besos!
Bellísimo todo: música, imágenes y letras.
ResponderEliminar¡Qué barbaridad!
¿Qué más se puede pedir?
Gracias, Amigo.
Gracias, Persis.
ResponderEliminarPuede que sea así como dices.
Un saludo.
Hola, Allek.
ResponderEliminarMe pasaré por tu caja de zapatos.
Saludos.
Hola, Zen.
ResponderEliminarTu comentario me hace pensar que la música es bastante misteriosa. Sí, creo que es el arte más directo, el que más derecho va a tocar las fibras íntimas.
Un abrazo, amigo.
Cristal, sin la música no haríamos casi nada, aparte de lo normal.
ResponderEliminarLa música es como una herencia de los dioses, una grieta por la que se cuela el infinito.
Como le decía antes al amigo Zen, la música tiene un algo misterioso, que nos atrapa y nos lleva en volandas.
Un abrazo.
Gracias, amiga Silvia.
ResponderEliminarNo voy a hablar aquí y ahora de la diferencia entre tristeza y melancolía, porque sería muy largo.
Lo que me alegra es que ya hubieras visto antes las imágenes con luna. Eso es que te metiste en el cuentito.
¡Doce mil besos!
(mil por cada mes del año)
PD.- si te parecen muchos, le restas los del verano, jaja.
¡Muchas gracias, Liz!
ResponderEliminar¿Qué más se puede pedir que unas palabras como las tuyas?
Pero aquí hay algo de trampa, porque creo que eres muy amiga de Brahms, jeje. De manera que ha vuelto a jugar la sincronía y la sincronicidad.
Un gran abrazo, princesa del Lirio.