Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







miércoles, 19 de septiembre de 2012

Música de otoño II



Creo que ha llegado el momento de recuperar esta entrada (del 1 de octubre del 2011), para recibir de nuevo al dorado otoño que ya se acerca. Mi estación preferida, la estación preferida de todos los soñadores y todos los que tenemos algo o mucho de románticos. La estación en que, después del fogoso y ruidoso verano, uno puede entregarse a las viejas historias, a las antiguas brisas y las suaves lluvias que traen consigo el aroma y el color de los amados sueños de siempre. En que los pensamientos se amansan, cambian de tesitura y se dejan acariciar por nuevas y frescas posibilidades, por nuevos caminos interiores que enriquecen al espíritu tenso y cansado.
Bienvenido sea el querido otoño.

AHM.

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Vuelve la luz inclinada, el susurro del viento en la tarde huidiza y tranquila, el vuelo suave de las hojas doradas que se van, que se dejan caer en el olvido, sin pena, cansadas... Vuelve la música dulce del otoño, que algunos sienten amarga. Y con ella, los viejos sueños amables que el verano ocultaba, las tímidas sombras, el brillo en la mirada...
Vuelven las hadas a tejer sus vestidos, con hilos de luna y hechizos de agua... Vuelven a soñar las estrellas sus caminos de plata, y a cantar las noches sus antiguas baladas.
Entre la fronda oscura y el destello de las horas que, poco a poco, recuperan su magia, se escuchan voces, murmullos y risas... Son los duendes del aire, que vuelven a los jardines de la tierra como gotas de lluvia...


Antonio H. Martín
(1 de octubre, 2011)



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música: La Petite Fille de la Mer - Vangelis

5 comentarios:

  1. Preciosa música para tu bello y sugerente texto, que recuerdo haber leído no hace tanto.

    Vuela el tiempo... viajero impenitente e incansable de estaciones que nos transitan a todos.

    Un abrazo, Antonio.

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  2. Gracias, Crystal.

    La verdad es que no recordaba este texto, pero un nuevo comentario me lo ha traído a la luz. Me gustó y me ha parecido oportuno rescatarlo del olvido.
    Vuela el tiempo, sí, y nosotros debemos volar con él. Porque si no, nos quedaríamos estancados en algún rincón sin aire, como figuras de cera.

    Un abrazo, Hada.

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  3. Sabes!, lo mejor no es lo que dices o sugieres, sino como lo expresas, lo que escribes me gusta porque te conozco hace una vida, amigo!. Viva pues el otoño, la brisa que entra por la ventana, los parques alfombrados de hojas, el cafelito que te calienta la mano, y la música sea Vangelis, Haydn o Scott Hamilton. La verdad que con un techo,algo de comer y beber, tranquilidad,y tu amada y/o un amigo de verdad, la vida es más vida. Un abrazo!.

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  4. Tienes un correo con musica de Harry Allen.

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  5. Hola, Anónimo!

    Me parece que te conozco, jejeje.
    Sí, amigo, que viva el otoño y su dorada magia, con brisas y sueños.

    Gracias por la música de Harry Allen, y por las otras.

    Un fuerte abrazo.

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