¡Horas, ruinas doradas
de mi ayer!
Vengo, dulce,
a sentarme en vosotras,
frente al mar, sobre el valle, bajo el cielo
de mis memorias.
La yerba, parecida
a la otra, porque el sol la transparenta,
me hace llorar. Y el llanto
me inunda el porvenir
y me ahoga en las penas que murieron.
Y es un ahogarme suave,
que me atrae hacia sí, con la ternura
con que atraen las cosas
que dejamos pasar sin ir con ellas,
bajo el cielo, en el valle, por los mares...
Don Antonio, Juan Ramón siempre es un buen lugar al que regresar. Excelente poeta que fue creciendo hasta hacerse inmenso en sus últimos años, con poemas como "Tiempo y Espacio", por ejemplo.
El vídeo (una pena que uno no sepa inglés) es, junto a los versos de JRJ, un remanso de paz.
Gracias por traérnoslos.
Un abrazo.
P.D.: Aunque no me asome siempre a sus palabras, acudo puntual a ellas, y lo sigo.
Me sorprende agradablemente que conozcas a la maravillosa y desgraciadamente desparecida Eva Cassidy, no era muy popular aquí. Pero es una vez la escuchas, aunque sea sólo una vez, es inolvidable.
No podías haber encontrado mejor acompañamiento para esos conmovedores versos de Juan Ramón.
Coincido con Antonio del Camino, todo un remanso de paz entrar en su blog en esta ocasión Sr. Druida. Le felicito por su gusto exquisito.
El aire ya esparce las hojas, dejando espacio para el brote que despunta. La rueda del tiempo gira y luego será otra vez primavera, aunque la luz dorada del otoño siempre está presente cuando cerramos los ojos.
Así es, Antonio, me gusta mucho volver de vez en cuando al verso profundo y mágico de Juan Ramón. El vídeo es una canción de amor, con sabor de otoño y distancia, y me pareció que le iba bien al poema.
Sí, así son las horas... Y su brillo o su sombra depende de cómo las vivamos. Pero, en cualquier caso, son las barcas en las que navegamos por el río del tiempo.
Pues te confieso, Cristal, que a Eva Cassidy la descubrí hace muy poco y por "casualidad"... De lo cual me alegré mucho, porque tenía una voz preciosa. Gracias por lo de "gusto exquisito", pero creo que se trata simplemente de tener los sentidos bien despiertos, junto con la suerte de encontrar la conjunción oportuna. O algo así, jeje.
No veo yo ese "ahogarse suave" de Juan Ramón como una muerte, sino como un reencuentro con viejos sentimientos. Es un ahogo de emoción, pleno de vida. (Aunque quién sabe si eso es una especial forma de morir...)
Entonces, Gárgola, también tú eres una enamorada del otoño. Yo nací en verano, pero fue de pura casualidad, jeje, y cuando empecé a descubrir y amar la vida fue ante la luz inclinada del otoño. Por eso me ocurre lo que a ti, que mis mejores ensueños están envueltos con esa luz.
Magnifica combinación de juntar dos bellezas. Las horas transcurridas almacenadas en los puntos de fuga. La voz de Cassidy la descubrí hace tan solo un par de años.
¡Hombre, amigo Conde! ¡por fin le vemos la cara! Sabía yo que debajo de ese sombrero bombín había (y hay) un rostro interesante. Ya ves, dices que conociste a Eva hace dos años, yo sólo hace unos días. Se ve que los encuentros se toman su tiempo.
Hola Anónimo Liz-Lirio (hoy sin imagen). Tienes un problemilla un tanto frecuente con tu avatar, jeje. Habrá que tomar cartas en el asunto. Presentía que tanto el poema como el vídeo iban a ser de tu gusto, y me alegro de haber acertado.
Ya fui por mi lirio, Antonio... se ve muy incompleto mi Comentario sin él, jeje... Sé lo que sucede: y es que con frecuencia me meto directamente en tu Cuaderno sin haber hecho antes la operación de "Acceder" en mi blog. Cuestión de organizarme. pero volví tan sólo para "completar" mi Comentario de ayer.
Un beso más, desde este invierno que ya promete evolucionar hacia la primavera próxima.
Antonio, la melancolia es esa hoja perenne de nuestro particular árbol. Tiene la particular caracteristica de ver como todos los años cambia de traje nuestro enraizado árbol.
Pues sí, Terry, la melancolía suele acompañarnos siempre, pero... hay que tener en cuenta algo importante: que nuestro árbol tiene muchas otras hojas, entre ellas la de la risa.
Don Antonio, Juan Ramón siempre es un buen lugar al que regresar. Excelente poeta que fue creciendo hasta hacerse inmenso en sus últimos años, con poemas como "Tiempo y Espacio", por ejemplo.
ResponderEliminarEl vídeo (una pena que uno no sepa inglés) es, junto a los versos de JRJ, un remanso de paz.
Gracias por traérnoslos.
Un abrazo.
P.D.: Aunque no me asome siempre a sus palabras, acudo puntual a ellas, y lo sigo.
Buenas, serenas y emotivas sensaciones las que provocan tanto el poema como la canción.
ResponderEliminarUn cordial saludo
El albo silenciado,
ResponderEliminarclavado por la fronda,
habita otro calvario,
pendiente de zozobra.
Árbol resucitado,
lastima cuando ahonda,
al dios que se ha hecho esclavo,
reverdeciendo sombras...
Las estrellas, cuando dejan de verse, cifran su voz nocturna en tu latido.
Las Horas... tan largas, tan cortas.. tan horas!
ResponderEliminarUn abrazo : )
Preciosa conjunción de música y poesía amigo.
ResponderEliminarMe sorprende agradablemente que conozcas a la maravillosa y desgraciadamente desparecida Eva Cassidy, no era muy popular aquí. Pero es una vez la escuchas, aunque sea sólo una vez, es inolvidable.
No podías haber encontrado mejor acompañamiento para esos conmovedores versos de Juan Ramón.
Coincido con Antonio del Camino, todo un remanso de paz entrar en su blog en esta ocasión Sr. Druida. Le felicito por su gusto exquisito.
Qué bonita muerte, ¿no crees?
ResponderEliminar(Sí, soy Kimberly)
Abrazos y besos
El aire ya esparce las hojas, dejando espacio para el brote que despunta. La rueda del tiempo gira y luego será otra vez primavera, aunque la luz dorada del otoño siempre está presente cuando cerramos los ojos.
ResponderEliminarbesos
Así es, Antonio, me gusta mucho volver de vez en cuando al verso profundo y mágico de Juan Ramón.
ResponderEliminarEl vídeo es una canción de amor, con sabor de otoño y distancia, y me pareció que le iba bien al poema.
Un abrazo, poeta.
Me alegro, Luis Antonio.
ResponderEliminarGracias por tu visita, ojalá dispusiera de más tiempo para hacer lo mismo, pero ya lo encontraré.
Un saludo.
Muchas gracias, Eli.
ResponderEliminarTodos tus comentarios-poemas son en verdad dignos de poner en un marco, para ilustrar alguna fabulosa galería de arte poético.
Un abrazo.
Hola, Arya.
ResponderEliminarSí, así son las horas... Y su brillo o su sombra depende de cómo las vivamos. Pero, en cualquier caso, son las barcas en las que navegamos por el río del tiempo.
Un abrazo.
Pues te confieso, Cristal, que a Eva Cassidy la descubrí hace muy poco y por "casualidad"... De lo cual me alegré mucho, porque tenía una voz preciosa.
ResponderEliminarGracias por lo de "gusto exquisito", pero creo que se trata simplemente de tener los sentidos bien despiertos, junto con la suerte de encontrar la conjunción oportuna. O algo así, jeje.
Un abrazo.
Hola, Kimberly.
ResponderEliminarNo veo yo ese "ahogarse suave" de Juan Ramón como una muerte, sino como un reencuentro con viejos sentimientos. Es un ahogo de emoción, pleno de vida.
(Aunque quién sabe si eso es una especial forma de morir...)
Un abrazo.
Entonces, Gárgola, también tú eres una enamorada del otoño.
ResponderEliminarYo nací en verano, pero fue de pura casualidad, jeje, y cuando empecé a descubrir y amar la vida fue ante la luz inclinada del otoño. Por eso me ocurre lo que a ti, que mis mejores ensueños están envueltos con esa luz.
Un beso.
Magnifica combinación de juntar dos bellezas. Las horas transcurridas almacenadas en los puntos de fuga. La voz de Cassidy la descubrí hace tan solo un par de años.
ResponderEliminarAbrazos
Pasa como unabrisa el poema de Juan Ramón... como una brisa que, sin embargo, deja huella.
ResponderEliminarTremendas refelxiones.
Y fabuloso el Video tam,bién.
Gracias, Antonio.
Lobo Dorado de las Estepas
Liz-Lirio (hoy sin imagen...)
¡Hombre, amigo Conde! ¡por fin le vemos la cara!
ResponderEliminarSabía yo que debajo de ese sombrero bombín había (y hay) un rostro interesante.
Ya ves, dices que conociste a Eva hace dos años, yo sólo hace unos días. Se ve que los encuentros se toman su tiempo.
Gracias, don Conde, un abrazo.
Hola Anónimo Liz-Lirio (hoy sin imagen).
ResponderEliminarTienes un problemilla un tanto frecuente con tu avatar, jeje. Habrá que tomar cartas en el asunto.
Presentía que tanto el poema como el vídeo iban a ser de tu gusto, y me alegro de haber acertado.
Un gran abrazo, amiga pintora de sueños.
Ya fui por mi lirio, Antonio... se ve muy incompleto mi Comentario sin él, jeje...
ResponderEliminarSé lo que sucede: y es que con frecuencia me meto directamente en tu Cuaderno sin haber hecho antes la operación de "Acceder" en mi blog.
Cuestión de organizarme.
pero volví tan sólo para "completar" mi Comentario de ayer.
Un beso más, desde este invierno que ya promete evolucionar hacia la primavera próxima.
Hermoso encuentro de poesía y música.
ResponderEliminarY cuánto hacía que no leía a Juan Ramón!
gracias por este reencuentro!
mil besos,Antonio*
Esa música embriaga el alma y trae a las musas poéticas.
ResponderEliminarGracias por todas ellas, Antonio.
Te he conocido por la revista digital de SalamagA.
Un saludo poético.
Gloria
Antonio, la melancolia es esa hoja perenne de nuestro particular árbol. Tiene la particular caracteristica de ver como todos los años cambia de traje nuestro enraizado árbol.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, mejor así, amiga Liz.
ResponderEliminarMe gusta más tu comentario con tu lirio, y más sabiendo que lo has pintado tú.
Un abrazo para mi pintora favorita.
Me alegro, Silvia.
ResponderEliminarA Juan Ramón siempre hay que volver, porque siempre tiene algo importante que decirnos.
Te envío el beso mil uno, y otros mil más.
;)
Gracias por tu visita, Gloria, nueva amiga.
ResponderEliminarNos vemos por la sala de la Maga.
Un saludo.
Pues sí, Terry, la melancolía suele acompañarnos siempre, pero... hay que tener en cuenta algo importante: que nuestro árbol tiene muchas otras hojas, entre ellas la de la risa.
ResponderEliminarUn saludo, amigo.