Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







jueves, 8 de enero de 2009

La luna en la ventana



“...Parecido, aburrido, clónico, el mundo está dejando de ser apetecible. Sólo nos queda la mente, la literatura y la imagen, porque viajar es naturalmente una práctica que deja de tener sentido con el siglo XIX. Pero ¿es posible que ustedes viajen todavía? ¡Sólo en Grecia hubo montes sagrados y en sus cimas, hoy, no hay sino polvo!”

Así hablaba hace unos años la novelista Françoise Sagan, en París, a Luis Antonio de Villena y Luis Racionero. Es una imagen triste del mundo, pero me veo obligado a aceptarla como cierta. No es que tenga mucha experiencia al respecto, pero sí la suficiente: el mundo está demasiado lleno de mundo, y ya no queda lugar para la aventura. El único viaje posible es el que va hacia dentro, y la única manera de transformar lo que vemos pasa a través de la propia mirada. Nos asusta la sospecha del espejismo, pero quizá todo el gran mundo no sea más que eso, una enorme imagen falsa que confunde la realidad.
En cualquier caso, el náufrago necesita urgentemente asirse a algo, porque no le queda tiempo para dudar, y ante un mapa vacío debe dibujar las líneas y marcar su propia ruta. Quizá sea un viaje imaginario, pero eso es irrelevante. La validez de un viaje sólo está en función de su efectividad: es bueno si nos lleva a donde queremos ir, donde necesitamos llegar. Y, además, puede que en el fondo todos los viajes sean imaginarios.
De lo que se trata es de salvarse del naufragio, de viajar, de vivir la necesaria aventura. Eso es lo que de verdad importa. Saltar sobre el vacío y encontrar colores con que pintar la realidad, aunque sean inventados, aunque sean imposibles.
Me asomo por la ventana y ahí está aún la luna, en el fondo de la noche. Lo que me recuerda el haiku de Ryokan:

Al ladrón
se le olvidó
la luna en la ventana


AHM
(7 de enero, 2009)

12 comentarios:

  1. Al ladrón, afortunadamente, se le olvidaron muchas cosas en la ventana entre ellas la luna, que puede ser otro viaje imaginario aunque para algunos ya ha sido real.
    Realidad y fantasía... creo que la fantasía es tan real como la realidad exterior, hay que procurar ver siempre el límite entre un mundo y otro...para otra vez.... seguro que escribirás sobre ello.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Te contesto, Alfaro, con una cita:

    "Nunca he entendido lo que es la realidad. Cada pueblo ha tenido conceptos de la realidad que ha creído definitivos. Pero ésta cambia en función de la cultura, de la historia. La fantasía es más necesaria que nunca en este siglo en que vivimos."

    Michael Ende (1993)

    Un fantástico abrazo para la mujer con tres orejas...

    ResponderEliminar
  3. Línea sutil y frágil la que separa los sueños o lo imaginario de la realidad. Viajes interiores que nos transportan y nos transforman, casi percartarnos de ello.

    ResponderEliminar
  4. casi sin percartarnos de ello. Sorry.

    ResponderEliminar
  5. Hola Antonio, necesitado de madrigueras, pasare por tu bonito Blog de vez en vez...

    ResponderEliminar
  6. Querido Antonio,

    El poder de asombrarnos con la luna en la ventana es lo que nos aleja del aburrimiento. Y tienes razón, Navegar y Vivir, son lo mismo. Así pues para completar; Viajar es preciso.

    Besos en el alféizar

    ResponderEliminar
  7. Viajar, vivir ,sueño, fantasía,,luna,historia de magia.
    No dejes de viajar.
    besos

    ResponderEliminar
  8. Te llamo la atención y no te provoco mis consonantes y mis vocales te desorientan,
    Te espero por mi Mar de Libertad
    besos

    ResponderEliminar
  9. Guao!!!! qué buen post!!!!

    ha sido un placer venir a verte cuando ¡por fin! he vuelto a tener tiempo...


    Qué cosas tan maravillosas dices... con las cuales concuerdo en absoluto. Has hecho que me emocione mucho y que recuerde una que otra cosa que no debería olvidar nunca jamás ;)

    un gran abrazo.. y en este mundo, descubramos todos los demás.. que el tiempo que nos ha sido concedido para esta aventura es corto ;)

    ResponderEliminar
  10. Antonio, nuestro corazón se ha convertido en un haiku, todo lo vemos a travez del marco de nuestra ventana. Creo que lo importante de los viajes es sentirlos, de nada vale hacer muchos kilometros sin sal ni pimienta.

    ResponderEliminar
  11. Cristal, Gárgola, Mar, Isis... Un abrazo.

    Cristal, estuvo bien lo de rectificar la ausencia del "sin", pero se te olvidó hacer lo mismo con el "percartarnos", jaja.

    Hola, Lobo. Gracias por la visita. ¿Cómo es eso de que estás necesitado de madrigueras?
    Un lobo tiene que tener su cueva. Y, por supuesto, tienes abierta la puerta de esta humilde lobera.
    Un saludo, nos leemos.

    Así es, Terry, el sentir de nuestro corazón es un haiku. Y lo importante es que aunque viajemos lejos llevemos siempre con nosotros ese marco de ventana.

    ResponderEliminar
  12. Debo admitir que me ocurre un poco lo que a Sagan, aunque me he movido bastante en el pasado. Sólo me apetecen los viajes donde la presencia humana es menos visible, aunque de uno u otro modo, está siempre presente. No me gustan las postales ni tupropia ciudad en otro sitio, donde para peor no hablas el idioma; me da igual Venecia que Roma, o un Egipto, que si miras por detrás ves la estructura metálica que sostiene las pirámides con un rotulito en un costado: " Andamious Perkins, para un mundou bonitou y wrenteibol"
    Me gustan esos ríos donde vio la puerta abierta del abismo, el canto de pajarillos que nadie compraría, ni se molestaría siquiera en mencionar; me gusta la pertinaz labor del escarabajo, descubrir a la cigarra camuflada en el calor de la tarde, y eso, eso está en cualquier sitio, porque llevamos dentro el ansia de ver los discretos mecanismos que unidos, mueven al gigantesco mundo.

    ResponderEliminar