El mundo se viste de blanco. Y por unos momentos el mundo se transforma... Para algunos es como una vuelta de la magia y para otros sólo una molestia.
Pero en realidad, lo que ocurre es que el cielo ya no podía esperar más y deseaba casarse con la tierra. Por eso la viste de blanco, para que esté lista para la boda.
Para mí, es como una lluvia de sueños diminutos, como una amable invasión de duendes que viene a recordarme aquello que nunca se debe olvidar...
Querida nieve, gracias por venir una vez más y mostrar a este caminante que el ayer está vivo, que nada que sea valioso se pierde.
AC. (Madrid, 9 de enero, 2009)
(pd.: perdón por la simpleza de mis palabras, pero es que la infancia me rodea...)
¿Simpleza? Pues sigue igual de simple ad eternum. Tiene vd.mucho dentro de ese "cabezo".
ResponderEliminarEmpieza a ser recreo venir hasta aquí.
Un abrazo antonio.
Antonio, tal como yo lo veo y nuestra madura infancia, la nieve tambien podria ser el traje de su primera comunión. La naturaleza tan sabia, juega como los niños.
ResponderEliminarSaludos.
...Comunión de la tierra queria decir.
ResponderEliminarTenemos momentos en nuestro tiempo, que nos rodea aun la infancia,
ResponderEliminarBesos
Gracias por venir a visitarme.
ResponderEliminarMas besos
Rodeado de nieve podemos estar,nada impide recordar un ayer lejano y traerlo al presente, al hoy.
ResponderEliminarSaludos, desde mi Mar de Libertad
Yo no vi la nieve pero vi una luna lejana y plateada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Cristal.
ResponderEliminarPero a mí me sigue pareciendo simple. Quería haber escrito algo más elaborado, más pensado, pero la visión de la nieve sólo me impelía a jugar... :)
Qué bien que lo veas como un patio de recreo.
Un abrazo de níveo cristal.
Sí, Terry, también lo veo así.
ResponderEliminarLa naturaleza es sabia, por eso le gusta jugar de vez en cuando.
Saludos quijotescos.
Hola, Marina.
ResponderEliminarY qué bueno que existan esos momentos, ¿verdad?
Sobre todo porque eso significa que dentro nuestro vive aún aquello que vivió hace tiempo.
Besos infantiles.
Hola, Mar.
ResponderEliminarNo sé por qué, pero la nieve hace como de puente del tiempo, y enlaza el pasado con el presente.
Tiene algo mágico que no sé explicar.
Un saludo, desde mi montaña de nieve.
Alfaro, ¿no vives en Asturias?
ResponderEliminarPorque allí ahora hay muuucha nieve...
De todas formas, la luna de plata también es una buena visión.
Un abrazo.
Y que importa si son simples o rebuscadas palabras? Lo que importa es que son tus sentires en letras bellas. Un saludo y beso, cuidate. La nieve siempre es hermosa, lastima que aqui, nunca cae nieve.
ResponderEliminarHola Antonio...¿sabes que nunca vi nevar? Estoy de acuerdo contigo, para algunos será una molestia, pero para mi, si la ciudad donde vivo se paralizara por un día de nieve, sería magia blanca...
ResponderEliminarLa sencillez de tus palabras, que no se debe confundir con simpleza, es como la que sale del corazón de un niño, ese que fuiste y que de vez en cuando afortunadamente se asoma...no pidas perdón por ello.
Besos desde Sevilla, en donde hace 55 años que no nieva.
Hola, Poetiza.
ResponderEliminarGracias; es que hubiera querido decir algo con más fondo, pero la nieve no me dejó...
Un saludo, y agradecido por tu visita.
Hola, Penélope.
ResponderEliminarCreía que había nevado en toda España, pero ya veo que no, por lo que me dices.
De todas maneras, sólo tienes que viajar un poquito.
Gracias por tu visita, y permíteme decirte que tu cara expresa que eres muy buena persona, lo cual es mucho decir. Sí, vi tu foto, aunque no tuve tiempo de comentar. En otra ocasión.
Un saludo de este viejo, que a veces vuelve a ser niño.
Mi querido amigo, este cuaderno-blog es un alimento para mi alma, no sabes la paz y encanto que me provoca. cariños
ResponderEliminar¿perdon por la simpleza?
ResponderEliminares bastante profundo a mi manera de ver,mis felñicitaciones,Antonio tienes un don para la poesía.
PD: Dios existe n_n
¿Pedir disculpas?; querido amigo, lo que Ud debería pedir es un pago, aunque fuera simbólico por el privilegio de leerle; llevo media hora poniéndome al día con las entradas que no había leído (o que mi mente olvidadiza al menos me sugiere que no he leído). Tal es el disfrute, que me gustaría tener más tiempo, para leerle una y otra vez, cuando flaqueen algunos de mis principios, tan parecidos a los suyos. Una pena carecer de su pericia para poder ser tan claro y próximo, para que no sea críptica o incompleta mi intención de comunicar el ajetreo que llevo dentro. No saber el lenguaje lunar es una de mis frustraciones, pero sé que ella capta algo cuando le guiño un ojo.
ResponderEliminarHola, Antón, y gracias por todo lo que dices, que, por supuesto, me halaga, aunque no creo que sea para tanto.
ResponderEliminarEs totalmento correcto que hagas tu comentario en el tema correspondiente, el que acabas de leer. Pero así yo me pierdo.
Te lo digo porque he descubierto éste de ahora casi por casualidad, porque no me sonaba el número.
Y no me hace ninguna gracia perderme tus comentarios.
Si le guiñas un ojo a la luna, ya has dado el primer paso importante. Lo del idioma vendrá después.
Un saludo lunar.