Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







sábado, 6 de octubre de 2012

Mi futuro...



"No tengo futuro, sé que mis días se acaban, el presente no es agradable, sólo consiste en cosas que se quedan por hacer."

  Leonard Cohen


Estas letras de una canción de Cohen, que acabo de encontrar citadas en un periódico, me colocan una vez más en esa línea oscura, pero evidente, de esta última realidad. Lo que dicen es simple, sí, pero al mismo tiempo aplastante. Lo de no tener futuro, lo de que los días se terminan inevitablemente, que el presente no es grato y que sólo se compone de cosas que nunca llegarán a puerto..., es una sensación muy vívida en estos últimos tiempos. Tiempos intensos, pero asimismo vacíos, aburridos y oscuros.
Pero, hay algo extraño en mí, algo que me mantiene, algo que me sujeta, una última cuerda de buenos sueños, quizá, que no deja que me pierda en la tiniebla. No sé lo que aguantará aún esta cuerda, pero de momento está aquí, rodeando mi cintura y mi mirada, como un salvavidas, como una tabla en medio del océano.
Futuro, seguro que no tengo. Al menos, soy incapaz hoy de verlo. Pero creo, no sé bien por qué, en un mañana distinto a este presente gris. Es como una especie de intuición, que me dice que el final será de otra manera... Supongo que la mente se fragua sus propios sueños, en base a los deseos que nos hacen sentir. Supongo que el pulso por la vida hace que nos neguemos a creer en un final absurdo. ¿Quién quiere ver su final como una reiteración de lugares comunes, vacíos y sin sentido?
Pero esta realidad, como una galería de espejos rotos, de flores sin aire ni luz, continúa en el tiempo, larga y cansada, y un día tras otro nos escupe su veneno. Las noches carecen de color, de voces, de sonrisas, y la luna permanece, casi siempre, en silencio, mirando hierática al perdido caminante... Son cada vez menos las historias, los cuentos enmudecieron, y los sueños nocturnos no son ya sueños, sino pasillos de sombras, pasillos de locura...
Y aun así, aquí estoy. Observando el cristal empañado de las horas e intentando leer en medio de la oscuridad. Futuro no creo que tenga, el presente es indeseable. Muchas cosas quedarán por hacer... Pero entre un día y otro, envuelto en noches frías y sin música, a vueltas con los interminables minutos de silencio, horas y horas larguísimas y mudas, este caminante seguirá mirando hacia su interior. Porque siente, inexplicablemente, que en alguna parte podrá hallar una fisura en el entramado, un atajo en el laberinto, un hueco en la pegajosa tela de araña, y encontrar el camino de regreso...


Antonio H. Martín  

10 comentarios:

  1. Como tu pienso que en algun lugar debe estar esa grieta por donde saldremos de este estado de una buena vez Antonio.

    Te dejo un abrazo

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  2. ¿Sabes? a veces, tanta lucidez me abruma. Y no deseo colapsar como tantas otras veces tu formulario de comentarios. Entre otras cosas, porque blogger ya no permite más de 4 mil y pico de caracteres... el mundo entero está de "recortes" por lo visto :)

    Pero si puedo remitirte a tus propias palabras, de no hace tanto. Al fin y al cabo, el tiempo no deja de ser un concepto erróneo y variable, que percibimos de forma muy imperfecta. Omite las mías, por favor y céntrate solo en las tuyas. Hazme ese favor, ¿sí?

    tus palabras

    Pues eso, y un beso.

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  3. «El papel del dolor, de las decepciones y de las ideas negras no es el de amargarnos, de hacernos perder nuestro valor y nuestra dignidad, si no el de hacernos madurar y purificarnos.»

    Herman Hesse
    Peter Camenzind

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  4. Pues a ver si la encontramos pronto, Gilberto, porque hay que salir de esta oscuridad.

    Un abrazo.

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  5. Pues siento esos recortes, amiga, porque tus largos comentarios de antaño no tenían desperdicio.
    Gracias por recordarme aquella entrada de los "destellos en la noche". Buenos, sin duda, aquellos tiempos. Quizá sea como dices y haya una relación entre aquel entonces y este ahora, pero, sinceramente, me cuesta mucho hoy en día sentirme como en aquel tiempo tan distinto y lejano...

    Gracias también por la cita de Hesse, con la que estoy de acuerdo, aunque se trate de un proceso ciertamente arduo y del que no se ve con facilidad el deseado final de madurez y purificación. Todo se andará.

    Un gran abrazo, amiga.

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  6. No sé muy bien por lo que estarás atravesando, hace poco que te sigo, pero imagino que ha de ser uno de esos momentos que a todos nos tocan tarde o temprano cuando todo nos pone a prueba y sólo se va caminando a tientas en medio de la oscuridad.

    Creo que, seamos o no concientes de este hecho, todos estamos en la misma coyuntura: no tenemos futuro, simplemente algunos tienen mayor certeza o conciencia de esta realidad que otros. El tema es qué hacer con lo que la certeza genera en términos emocionales. No ha de ser nada fácil.

    Deseo que encuentres el sentido del lento paso de las horas a pesar de todo el dolor y el camino de regreso, amigo Antonio.

    Un fuerte abrazo.

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  7. Cuando la oscuridad es tan intensa que no se ve ni la minima luz, tenemos que hacer algo, como por ejemplo, "encender una vela". Quiero decir con eso que tenemos que reinventar nuestra vida, y si es necesario empezar de cero. Podemos empezar cambiando algo en nuestra cabeza que nos deje ver todo lo que la vida nos puede ofrecer. Amigo Antonio, seguro que hay muchas cosas que te gustaría hacer, así que ahora es el momento de hacer cualquier que tengas ganas sin pensar nada más que en tí.
    Un besote muy fuerte.

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  8. No hace falta explicar los detalles, Fer, pero si quieres puedes pasarte por una de mis últimas entradas, la titulada "En poco tiempo". Allí explico la situación. Es exactamente como dices: uno de esos difíciles momentos en que la vida nos pone a prueba.
    Ese sentido de las horas y ese camino de regreso es lo que ando buscando, amiga. El "futuro" es nada más, y nada menos, que un latido en el corazón. Sea cual sea el tiempo del que dispongamos para vivirlo.

    Gracias por tu buen deseo, amiga. Quizá dentro de poco escriba en un tono distinto, porque a veces veo tímidas luces al final del túnel.

    Un gran abrazo, y de nuevo gracias.

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  9. Ay, amiga Malú, cuánta razón tienes. Eso es precisamente lo que debo hacer, "encender una vela". Y eso es lo que estoy intentando en estos días.
    Es curioso: tus palabras sobre las muchas cosas que me gustaría hacer son casi idénticas a las que me dedica una buena amiga lejana.
    Así que tendré que haceros caso.

    Gracias, vecina. Un fuerte abrazo.

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    Respuestas
    1. Comparto plenamente tu tesitura emocional al oir a Nyman pues recientemente yo lo he vuelto ha reencontrar.
      Te sugiero que oigas el Impromptu for 12 fingers de la banda sonora de Gataca y para terminar la maravillosa cancion del cuarteto de violin Balanescu,"Butterflies" del albun "Angels & insects".
      Estoy segura que te hara volar.

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