Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







miércoles, 17 de octubre de 2012

Reencontrar lo perdido...

 
 
Últimamente, con el objeto de poner las etiquetas que faltan, dedico un tiempo a revisar las viejas entradas de este cuaderno. Y a veces me encuentro con alguna grata sorpresa, con algo que ya tenía olvidado pero que enlaza positivamente con lo actual. Como estas letras que escribí en diciembre del 2010, en las que hablo de esos momentos oscuros en que perdemos el brillo de la mirada, como ocurre ahora, pero añadiendo un final favorable, una puerta abierta por la que se deja entrever la luz perdida.
Sinceramente, leer este texto de hace casi dos años me ha sentado bien. Me ha comunicado con lo que sentí entonces, cuando lo escribí, y eso, de alguna forma, ha despertado en mí una muy buena sensación. La de que, después de un caminar agobiante por interminables cuartos de sombra, uno alcanza por fin un punto de salida, una vía abierta por la que llega a reencontrarse con aquello que había perdido, y puede respirar de nuevo aquel aire y ver aquella luz que tanto echaba de menos.
Así pues, me place volver a publicarlo. Releerlo, en esta noche de viento, me ha hecho sonreír, y eso, en este señor tan serio, es muy de agradecer.


Antonio H. M.

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Hay muchos momentos en las galerías del tiempo, de nuestro tiempo, entre los múltiples azares de la vida, en que perdemos el contacto con aquello que nos sustenta anímicamente. Eso que es como un lazo o un puente de magia a través del cual encontramos la fuerza y la alegría de vivir.
Son momentos difíciles, en los que llegamos a sentirnos vacíos y como perdidos en medio de un laberinto, solos y a la deriva en alta mar, sin brújula ni estrellas ni viento... Momentos en los que caminamos por la misma senda sin ver aquello que ayer nos hacía vibrar, en que nos miramos al espejo y no sabemos reconocer al extraño que allí se refleja... Momentos fríos, oscuros, en los que no nos llega el abrazo de la luna, como si hubiéramos tropezado con alguna sombra del camino, como si hubiese cambiado el rumbo del aire, dejándonos confusos y sin aliento.
En momentos así, se adueña de nosotros lo que suelo llamar "la mirada del mundo", esa mirada dura, material y escéptica, que nos enfrenta a un panorama desolador y caótico, a un desierto sin ilusiones ni promesas, a un vacío sin alma. Es como caer en el pozo de la noche...
Y entonces no queremos nada, ni a nadie. La compañía se vuelve gris, y la soledad huele a tristeza. Buscamos por todos lados las viejas señales, los letreros que indicaban el camino, pero... una lluvia ácida ha borrado sus letras, y no hay huellas que seguir en ninguna parte. Los árboles duermen, la luna calla, y las estrellas se ven tristes y lejanas.
Es como si algún extraño poder nos hubiera transportado a otro mundo, desconocido y hostil.

Pero siempre vuelve aquello... Lo perdido regresa, más tarde o más temprano, pero regresa. Es la hora del reencuentro, y todo retorna a su orden, al viejo y querido sentido, a la música antigua que escuchamos hace tanto tiempo, esa que nos enamoró para siempre... Y entonces ventanas y puertas se abren, los sueños recuperan sus alas, el aire su rumbo y los árboles su mirada.
Gracias, amiga magia, por volver.


Antonio H. Martín

"El reencuentro"
(6 de diciembre, 2010)

18 comentarios:

  1. Creo que la vida está llena de momentos asi para todos. Algunas veces lo tomamos mejor y otras peor, es según el estado de animo y las ganas que tengamos para remontar y buscar la magia perdida.
    Me encanto leerte amigo Antonio.
    Un beso

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  2. Sí, Malú, hay muchos momentos de esos, y todos pasamos por ellos. Suerte que siempre vuelve la magia perdida y todo recupera su orden. Porque si no, nos acecharía la sombra de la locura.
    Gracias por leerme, amiga del Norte.

    Un abrazo.

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  3. me encanta ver que has sonreido sobre todo al ser tan serio, me encanta ver, que como yo, vuelves, te lees y relees, y como si fuera néctar o vino bebes de las letras que iluminan tu intelecto, un saludo, en la relectura tan tuya como mia, que me trajo aqui en el día de hoy Jayja

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  4. Gracias, Jayja.
    Sí, me gusta releerme, porque siempre hay cosas que se olvidan, y es bueno volver a recordarlas.
    Un saludo.

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  5. Efectivamente, tu relato resulta balsámico. Para mí, también. Y estaba necesitado de ello.
    Un abrazo

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  6. Siempre es bueno regresar a aquellas cosas que nos hicieron sentir felices y dichosos; en calma... en paz.

    Sin embargo, es bueno recordar que este maravilloso mundo en el que vivimos es tan, tan hermoso y vasto (a la par que duro), que siempre podemos encontrar, aun a día de hoy y a pesar de que nuestros sentidos se descubran como viejos o añorantes de otra época, experiencias increíbles que podrán aportarnos y transformar nuestra desdicha en instante de felicidad.

    Sucesos inesperados. Gratos momentos nuevos. Es el poder de la naturaleza, del caos, de lo irracional -lo cual, en cierto sentido, y dentro de su extrema explosividad y poder destructivo, resulta ser la fuente de toda creatividad-.

    Dicho caos, así como el orden, es necesario y va ligado a los cimientos más profundos del ser humano. Vivamos todos los instantes de esta existencia. Todos, sin excepción, proporcionan enseñanzas sumamente valiosas.

    Un fuerte abrazo, Antonio, siempre es un placer leerte.

    Jose Hijo

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  7. Antonio:

    Me haces pensar, una vez más, en lo maravilloso que es llevar Diarios.
    Tu Cuaderno -como muchos otros blogs- son un tipo de Diarios en los que uno se vuelca a sí mismo, reflexionando sobre diversos aspectos, carices o etapas de esta vida. Esta práctica de llevar Diarios ha sido desde siempre una cosa que nos idenetifica,
    Te felicito por darles un uso tan bello y positivo a tus escritos.
    Abrazos luminosos, Amigo

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  8. Me alegra saber, amigo, que mi escrito ha tenido para ti también un efecto balsámico.

    Un abrazo, Luis.

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  9. Hola, Jose.
    La vida es tal y como dices, amigo. Está llena de momentos nuevos, que no siempre sabemos valorar. Su riqueza es, efectivamene, inmensa, pero para apreciarla y sentirla debemos estar despiertos y tener siempre encendida nuestra pequeña lámpara. Y eso es lo que a veces nos falla. Si la ventana de la sensibilidad no está lo bastante abierta, toda esa riqueza pasará por nuestro lado sin que sepamos reconocerla, y mucho menos disfrutarla.

    Un fuerte abrazo. También para tu padre, mi estimado amigo de la infancia.

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  10. Sí, amiga Liz, es muy bueno escribir diarios. Yo lo he hecho desde siempre, y este cuaderno, en su mayor parte, no es sino eso, un diario en donde intento expresar mis pensamientos y contar los diversos avatares del camino. Actividad ésta que me ha servido en muchas ocasiones para aclarar los puntos oscuros.

    Un gran abrazo, querida pintora de sueños.

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  11. Me encanta tu blog...me encanta como escribes y me encanta tu reencuentro.
    Besos desde el fondo del alma y mas besos sintiendo en colores.
    Felicidades.

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  12. Después de algunas de tus últimas entradas, me alegra el poso de esperanza que se respira en tus letras.

    Solo se puede vivir en una dirección. De hecho, creo que la vida es un viaje salpicado de rachas, a veces buenas a veces no tanto... Van y vienen, pero siempre terminan por pasar y a pesar de llevarnos inevitablemente hacia adelante, siempre terminamos, nosotros y todo... por convertirnos en pasado.

    Pero me alegra que estés en trámites :) de encontrar de nuevo esa magia que todo lo transforma. Ojalá que nunca la vuelvas a perder.

    Un abrazo, Antonio.

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  13. Sí, eso parece, estimada Cristal. Que se empieza a entrever una esperanza en el horizonte.
    Es cierto eso que dices de las rachas, aunque hay rachas que deseamos que pasen cuanto antes, y olvidarlas, y otras que desearíamos que nunca se hubieran ido... Pero, en fin, está claro que no somos los dueños de ese viento, y que lo único que podemos hacer es continuar el viaje.
    Y la ayuda de la magia es, ciertamente, imprescindible para que ese viaje sea fructífero.

    Gracias, Hada, por tus buenos deseos. Un abrazo.

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  14. ¡Pues muchas gracias, Mariangeles!
    Me alegro de que te guste este cuaderno íntimo, nocturno y azul.

    Un abrazo en colores.

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  15. Pasé por aquí y me quedé sin pedir permiso.. Pero me encanta lo que he visto ..
    Una pregunta .. De veras la magia puede volver alguna vez? .. Me volví escéptica .. Me alegra ver que tú si crees en ella ..

    Un sonoro beso

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  16. Pues gracias por tu visita, Aris.
    En cuanto a tu pregunta: yo creo que sí, que la magia vuelve. No, no es que lo crea, es que es absolutamente cierto. Y lo afirmo porque lo he vivido. Sólo hay que saber mirar y saber escuchar.

    Un abrazo.

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  17. que buen blog, te felicito por tu espacio, abrazos.

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