Sombras de luna
acarician la piel de la noche.
La brisa es seda
sobre el camino oscuro
y brillante.
Duerme el río su sueño
de agua y piedra,
y lo incierto tiembla en el aire...
Como pausa del tiempo,
canta el silencio en la hierba,
y se calla la memoria,
sin voz y sin dibujo
para explicar nada.
Hay una luz distinta
sobre las hojas,
y en ella se pierde la mirada...
De un árbol solitario,
nacido de la luna,
brotan historias
como flores blancas,
de duendes y hadas.
Y desde lo profundo
del bosque,
el lobo escucha...
Había una vez,
hace mucho tiempo,
en un país muy lejano,
un hada de cabellos dorados
con un corcel de fuego.
Sus ojos tenían el brillo del mar,
pero en su pecho anidaba
el hechizo de la bruma...
En las noches de lluvia,
danzaba desnuda
entre las sombras,
y preguntaba a la luna
por aquél que un día
dejó en sus labios
la luz de un beso.
¿Dónde está él ahora, luna?...
Sombras de luna
acarician la piel de la noche.
No hay respuestas.
Silencio.
La brisa se detiene
y el árbol calla.
Duerme el río su sueño,
y lo incierto tiembla en el aire.
Ya sabe el lobo
el final de la historia...
Antonio HM.
Amigo Antonio...estamos todos conectados, de una manera u otra, concientemente o inconcientemente...recien subi un post a mi blogger y veo que tu tambien, leo el titulo de tu post...oh sorpresa! decimos distintas cuestiones...aparentemente...pero se entrelazan...cosas que acontecen!
ResponderEliminarMe encanto tu entrada!
Un gran abrazo
Mauro
La luna está signada por el destino a ser la diosa de las musas, mira en que precioso poema te ha metido.
ResponderEliminarUn abrazo desde Uruguay
Oiga, Sr. Druida, pocas veces escribe vd. en clave de poesía, pero cuando lo hace, además de sorprender... emociona vd. ¡que lo sepa!
ResponderEliminarY ojalá que ese final de la historia que dice conocer el lobo, pase de la incertidumbre al final feliz que más desee.
Preciosa entrada Antonio. Siempre un placer pasearse por tu Cuaderno.
Hola Antonio, tu poema rezuma melancolía, sabrá el lobo por qué el hada espera? ¿por qué el que dejó en sus labios la luz de un beso no apareció más? ¡Ah! el amor es tan efímero y veleidoso!
ResponderEliminarDebe estar besando otros labios bahjo otras lunas...
Besos sin luna,
Blanca
A veces creo que la luz de la realidad del mundo, debe ser el rayo de luna sobre, el mar, el río o sobre las hojas. Eso ocurre cuando soy hombre-polilla.
ResponderEliminarEl fulgor diurno, una falsa percepción. Acaso un mal sueño; una pesadilla ruidosa y excesivamente incandescente. Eso ocurre cuando soy un bípedo con corbata.
Un abrazo, Antonio.
Entre la luna y el lobo podrían escribir una enciclopedia de amores y desamores.
ResponderEliminarBesitos
qué belleza, Antonio!
ResponderEliminarDe un árbol solitario,
nacido de la luna,
brotan historias
como flores blancas,
de duendes y hadas.
Y desde lo profundo
del bosque,
el lobo escucha...
adoré esta estrofa.
mil besos*
Ciao Antonio, sono da un po' lontana dalle tue parole...ma basta tornare qui per ritrovare intatto l'incanto...
ResponderEliminarGrazie per questo conforto in una notte senza riposo.
Un abbraccio grande
Red
Me han gustado especialmente las tres primeras estrofas, tienen fuerza, ritmo y musicalidad.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con mi Tocaya en que no nos tiene muy acostumbrados a la Lírica y, sin embargo, parece star usted bastante inspirado.
Las relaciones entre un hada y un lobo me resultan más que interesantes y sugerentes.
Un abrazo, Antonio.
Quien reclama un beso, reclama la escencia de la vida... aunque la decidamos solitaria, tambien es vida
ResponderEliminarsaludos
amigo
"sus ojos tenían el brillo del mar
ResponderEliminarpero en su pecho anidaba
el hechizo de la bruma"
aahh...
es hermoso, Antonio...
HERMOSO..
besos!!!
Hola, me ha encantado encontrarme con tu blog nocturno y con este poema precioso. Te felicito.
ResponderEliminarVolveré mas veces seguro...
Un saludo.
Oiga Sr. Druida, ya le vale no?
ResponderEliminarToca renovar. Se le echa de menos.
:)
Siempre sentí algo muy especial por los lobos. Ese quejido, aullido, lleno de dolor, de incomprensión... sus movimientos. Encuentro en el lobo, la representación perfecta de los seres que tienen el espíritu perturbado, y el alma herida.
ResponderEliminarSombras de luna... la luz de un beso.
ResponderEliminarAhhh, el eterno claroscuro de la vida, que has descrito bellamente en este poema.
Felicidades, Escritor del Árbol Azul.
Saludos lunares
Un placer encontrar este remanso lírico dadas las circunstancias convulsas que nos envuelven...
ResponderEliminarSaludos
Entré por aquí hace unos días, pero no fuí capaz de decir nada.
ResponderEliminarPreciosas letras, me tengo que hacer mirar por qué la luna me llega y me llora.
Besos.
Sí, Mauro, hay una conexión invisible que enlaza las mentes, sin duda.
ResponderEliminarGracias por pasarte, amigo. Un abrazo.
Así parece, Enletrasarte. Desde siempre la luna ha sido inspiradora de poetas, y también de otros que no lo somos. Hay un hechizo especial en esa luz blanquecina que suaviza la noche.
ResponderEliminarMis saludos hasta Uruguay.
Muchas gracias, Dama Cristal.
ResponderEliminarEl final de la historia sólo el lobo lo sabe (aparte del árbol). Le preguntaré cuando le vea. También yo espero que sea un final feliz.
Un abrazo, Hada.
Hola, Blanca.
ResponderEliminarPues no sé... Hay ocasiones en que uno escribe como a impulsos. Difícil saber las respuestas. ¿Sabrá el lobo el final de esa historia, porque tiene un papel importante en ella...? ¿Responderá alguna noche la luna al hada? ¿Curará esa respuesta su melancolía?
Un abrazo, Blanca.
Hola, amigo Conde.
ResponderEliminarSegún la sabiduría popular, es al contrario: el engaño está en el rayo de luna. Ya nos lo contó Becquer en su leyenda...
Pero yo me he decidido por el otro lado, y creo que la realidad es mucho más clara a la luz de la luna. Tanto cuando ejerzo de hombre lobo como cuando lo hago de bípedo sin corbata.
Que la Dama Luna nos saque siempre de nuestros errores diurnos. Tanto tú como yo, solemos escribir de noche...
Un abrazo, estimado Conde-polilla.
:)
Cierto, Virgi: hay muchas historias de luna y lobos, de lobos y luna. Es una imagen clásica de la iconografía, ¿verdad?
ResponderEliminarPero ni la luna ni los lobos van a escribir nunca esa enciclopedia que dices; para eso estamos nosotros, los humanos, que asistimos asombrados, desde el borde del bosque, a esas historias de amor y desamor que nos recuerdan tanto a las nuestras.
Un abrazo.
Mil gracias, amiga Silvia.
ResponderEliminarYa sabes que lo mío no es la poesía, pero a veces me apetece intentarlo. Y si algo mío te gusta a ti, precisamente a ti, que eres una maga de los versos, pues me das una alegría.
Un abrazo, Silviyuela.
(ayer descubrí un camino tocado por el aroma del jazmín)
Hola, Red.
ResponderEliminarMe gusta mucho que vuelvas por aquí y encuentres calma y encanto.
Un abrazo, amiga.
Gracias, Cristal.
ResponderEliminarLa verdad es que me sorprende que algún poemita mío tenga algo de aceptación por vuestra parte, porque reconozco (y lo he dicho muchas veces) que no sé escribir poesía.
Las relaciones entre un hada y un lobo pueden ser... maravillosas y explosivas. Dos mundos distantes que se encuentran, por esos azares de la vida.
Puede pasar de todo, pero seguro que lo que pase será siempre muy digno de vivirse...
Un abrazo, Cristal.
Sí, Demian, es muy posible que la esencia de la vida sea un beso, como dices.
ResponderEliminarY la vida solitaria también tiene el suyo...
Un saludo, amigo Haller, de otro lobo estepario.
Gracias, maga Isis.
ResponderEliminarYa sabes... muchos tienen (tenemos) una dualidad esencial. Y esto, aunque origine ciertos problemas, considero que es una riqueza.
Besos, amiga maga.
Hola, Chón.
ResponderEliminarQué bien que navegar por la red nos lleve a veces a buenos encuentros, ¿verdad?
Sé bienvenida a este rincón nocturno, en el que se busca siempre el destello.
Saludos.
Ya pronto publicaré de nuevo, señora Hada impaciente, jejeje.
ResponderEliminarEs que a veces anda uno ocupado en otros menesteres. Por ejemplo, en este caso, estaba metido en un estudio del Quijote bajo el prisma de la física cuántica... ¡La pera!
Al final, lo he dejado por imposible, pero algunas cosas interesantes sí he encontrado.
Un abrazo y una sonrisa para usted, Hada Cristal.
Pues no sé. Sila, no sé qué expresan los lobos con su aullido. aunque he de reconocer que suena a llamada y también a queja...
ResponderEliminarSí sé, sobre todo, de los lobos esteparios, y de éste en concreto, y sí, algo hay de eso, algo de alma herida, algo de queja por la lejanía...
Pero bueno, al final cada lobo encuentra su loba, ¿no?
"El eterno claroscuro de la vida"... Así es, amiga Liz.
ResponderEliminarUna noche hay luna y otra no, hoy se encuentra el lobo con su loba, y hay beso. Y mañana la noche es oscura, y no lo hay...
Quizá por eso aulla el lobo, porque busca la plenitud, lo absoluto, y no ese vaivén de luces y sombras. Pero, en fin, la vida, según parece, tiene sus reglas, y a los lobos sólo les queda aullar...
Un saludo lunar, amiga.
Me agrada, Luis Antonio, que encuentres aquí un poquito de paz.
ResponderEliminarLas circunstancias siempre van a ser, al parecer, convulsas, pero asimismo tenemos el derecho a remansarnos de vez en cuando, ¿no?
Un saludo.
¿La luna te llega y te llora, Mária?
ResponderEliminarSí, has de mirar eso. Porque la luna no suele llorar, sólo cuenta historias. La luna observa, mira, escucha..., pero no llora.
La luna sólo sabe sonreír.
Besos, amiga.