Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







martes, 1 de febrero de 2011

Nota al "espíritu de las profundidades"




Quiero aclarar algo referente a la entrada anterior:
Me temo que mis palabras muevan a confusión y den a entender que establecía una relación entre ambos espíritus jungüianos y la distinción que a mí me gusta hacer entre la mirada del mundo y la del sueño. Nada más lejos de mi intención.
Ya dije al principio que la reflexión poética de Jung "me hace recordar"... Pero nada más que eso. Es evidente que ambas dicotomías están muy lejos de significar lo mismo. Mi error fue nombrar al espíritu de las profundidades y confundirlo aparentemente con el regreso al hogar....
Está claro que mi escrito se basa en algo más personal, que es lo que me sugirió el poema del redescubrimiento del alma. A eso, al alma individual y al regreso a la misma es a lo que me refería. Y me ratifico en lo que dije de que el alma está conectada a ese espíritu de las profundidades, mucho más cerca de ese océano de lo inconsciente. Pero quizá mezclé ambas cosas inconscientemente... Así que me he visto en la necesidad de aclararlo.
No soy en absoluto un experto en psicoanálisis, y mi forma de escribir suele ser un tanto impulsiva, a la par que intuitiva. De ahí que en ocasiones no quede bien definido lo que quiero expresar.
Espero que esta nota sirva para aligerar un poco la maraña de mi texto.


Antonio HM.



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- Piedra labrada, en la Casa de la Torre, de Bollingen, refugio de Jung.
- C. G. Jung en su estudio de Küsnacht.

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