La gente para mí más rara, de la que procuro apartarme lo más posible, es aquella que nunca mira a la luna, ni a las estrellas, ni siquiera a las nubes, a no ser para hacer su particular pronóstico del tiempo.
Gente que vive siempre a ras de suelo y suele pensar a ese mismo nivel; gente para la que un árbol es sólo una línea vertical, o un bulto en medio del camino, que sólo le parece interesante si es necesario para ponerse a su sombra cuando aprieta el sol.
Gente que no mira al cielo si no es por motivos
prácticos, porque el cielo le parece algo ajeno, algo que no le incumbe en absoluto. Gente que no ve en el horizonte más que una línea horizontal, una raya tumbada que no dice nada, más allá de ser una marca lejana. Gente que no sueña, que no anhela, que no siente, fuera de las coordenadas de su mundo plano y cuadrado, concreto y material.
Gente para la que los pájaros sólo son animales molestos que manchan la pintura de su coche, la lluvia un agua fastidiosa que arruga su traje y el viento un aire que despeina.
¿Mirar al cielo? ¿para qué? El cielo es el techo, ¿y de qué sirve mirar al techo? Si pudieran tocar la luna o las estrellas, incluso comprarlas para poner allí sus casas y ciudades tendrían un interés, para continuar allí su estilo de vida, y hacer encuentros deportivos, o guerras, entre un planeta y otro, entre una estrella y otra. Pero como eso es imposible, no les interesan lo más mínimo.
Para ellos la luna es una especie de globo blanco absurdo, que a veces ilumina la noche, y las estrellas unos puntitos brillantes que antiguamente servían para navegar y ahora no sirven para nada.
¿Y los sueños? Los sueños son cosas de niños, pájaros inútiles que hay que olvidar cuanto antes si se quiere ser alguien en el mundo. No va uno a ninguna parte si se queda aferrado a sus sueños. Hay que poner los pies en el suelo, porque eso es lo único seguro, lo real. El suelo.
¿El cielo? ¿Qué es el cielo?
Esta gente es de la que procuro apartarme lo más posible, porque daña la conciencia y asfixia la auténtica vida.
Antonio HM.
Sabes?
ResponderEliminaryo tengo una caja de cristal en la luna, ahí guardo todas las cosas que me hacen daño, las saco de adentro en forma de palabras y después las llevo asta la caja...la vida esta echa de momentos, no podemos deshacernos de nada, solo nos queda guardar los momentos que no nos sirven.
ella es mi mayor confidente,la guardiana de mis secretos,unque suene infantil :)
Baiser
No tendría sentido mi vida sin mi cielo, mis nubes, mis estrellas y mis pájaros. Todo habla a aquel que se detiene a escuchar. Yo tengo un maravilloso lenguaje y comunicación con los pájaros.
ResponderEliminarY si...hay veces que quedo maravillada con un cielo hermoso que deja sin respiración....se lo digo a la persona que tengo al lado...mira..y dice...Ah!! sí..y sigue hablando. No se por qué...me duele.
Besos.
desde la ventana de mi cocina miro el cielo al levantarme, cuando el sol recién despunta y Venus se despide.
ResponderEliminarpor la noche, cuando la casa está a oscuras y en silencio, vuelvo a la cocina a mirar el cielo desde la ventana.(manías que una tiene...)
y los pájaros...los pájaros vienen todos los días a mi patio, algunos hicieron nido en mi jazmín.
y los sueños...soy porque sueño.
mil besos,amigo Antonio*
Más que raros, quizás son personas que han vivido en un entorno donde los cuentos y la capacidad de imaginar brillan por su ausencia...Son gente pragmática,racional, utilitarista y un tanto deshumanizada...
ResponderEliminarSi se acercan por esta bitácora aún pueden remediar esas carencias.
Un cordial saludo
Excelentes pensamientos, Antonio.
ResponderEliminar¡Cómo quisiera hacérselos llegar a muchas gentes, que son exactamente como tú las describes aquí. Gentes "prácticas", puramente pragmáticas y eficaces para ganar dinero y vivir con comodidades materiales.
¡Qué bueno que habemos un puñado que no somos así. Celebro -una vez más- haberte conocido en estos espacios virtuales tan "inútiles" para la mayoría.
Un beso
Y haces bien querido Antonio... Haces muy bien en mantenerte a distancia de esas personas; las que han olvidado, las que han cerrado los ojos, las que ya no escuchan, las que han perdido la capacidad de asombro, las que -no conformes con todo lo anterior- intentan que tú también 'madures' ;)
ResponderEliminar¡¡HUYE AMIGO!!!!!! HUYE DE ELLAS ;)
Refugiáte en las personas que aún creen, aún sueñan, aún se conmueven... y siéntate a mirar el cielo con ellas ;)
Ellas sabrán que no hay nada más 'productivo' en lo que 'invertir' el tiempo ja ja ja
besos
Y mientras te leía, me han venido a la mente unos versos inconexos de Benedetti, no recuerdo el poema entero... pero si lo que creo que concierne a tus letras.
ResponderEliminarDespués de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.
Ahora la última nube a resuelto quedarse
y nos está mojando como alegres mendigos.
Sin prevenciones me doy vuelta y siguen
aquellos dos a la izquierda del roble
eternos y escondidos en la lluvia
diciéndose quién sabe qué silencios...
Y después de leer los comentarios (de lujo) se me ocurre que no estás tan solo como podría parecer en tu empeño de quedarte en la Luna, amigo.
Abrazos de una "despeinada" a la que ha pillado la tormenta hace unos minutos... jeje!
"ha resuelto" con H... perdón por el gazapo.
ResponderEliminarHola, Andrea.
ResponderEliminarNo, no me suena infantil, me suena hermoso, y comprendo muy bien tu relación con la luna, porque ella y yo también compartimos muchas cosas.
Si tuvieras tiempo para pasearte por este cuaderno verías que hay muchas entradas referentes a la luna, muchas.
Efectivamente, uno no se puede desprender de lo que hace daño, pero sí saltar por encima, minimizarlo y esconderlo en un cajón de olvido.
Un abrazo.
¿Qué es una vida sin cielo? Pues un camino de piedras, sombras y esquinas.
ResponderEliminarLo lógico es ser normal, lo lógico es no atender a los sueños, lo lógico es tener los pies bien apoyados en el suelo. Lo lógico, en definitiva, es lo que hace que este mundo nuestro sea tan... feo.
Al menos, esa es mi apreciación personal, y creo tener buen gusto.
Me encanta eso de que te comunicas con los pájaros. A eso yo le llamo magia.
Un abrazo, Mária.
Maravillosa Rayuela, tu comentario es como una de tus poéticas entradas en el Zigurat.
ResponderEliminarY qué bien que tengas esa ventana en la cocina, esa mágica ventana desde la que ves el cielo. Me recuerda a la mía.
"Soy porque sueño", dices, y eso muestra quien eres, y la linda calidad de tu ser.
Besos, amiga Silvia, y gracias por ser como eres.
Puede que tengas algo de razón, Luis Antonio, pero te cuento que he visto, a lo largo de los años, a gente que dentro del mismo entorno seguían caminos muy distintos. Unos miraban al cielo y otros no. Así que no creo que sea el entorno lo que produce una u otra actitud.
ResponderEliminarY la gente que no mira al cielo, no creo que se acerque nunca a este cuaderno.
O sea, que tú sí que lo miras.
Un saludo, profesor.
Querida Liz:
ResponderEliminarEso que dices me temo que es prácticamente imposible. Cada uno es como es, y así es como quiere ser. No hay vuelta de hoja.
Seguiremos siendo esos amigos "inútiles", que aparentemente no sirven para nada, que tienen la cabeza llena de pájaros y la locura de hablar con las montañas y la luna.
Es nuestra elección.
Un gran abrazo, pintora de sueños.
Lo hago, amiga Isis, todo lo que puedo, huyo, me aparto, incluso me escondo a veces, pero... tengo la sensación de que ese tipo de gente crece a pasos agigantados.
ResponderEliminarY en cuanto al refugio, aparte de los buenos libros, es aquí, en este espacio virtual, donde lo he encontrado, porque gracias a él os he conocido. He conocido a la minoría que sí mira al cielo.
Besos, maga.
Gracias, Cristal, por los versos de Benedetti.
ResponderEliminarY en cuanto a mí... me siento solo si miro con la "mirada del mundo", pero si lo hago con la "mirada del sueño" el panorama cambia, y mucho, casi diametralmente.
La verdad es que en este pequeño espacio he encontrado a muy buenos amigos, y todos sois gente, muy buena gente, a la que sí os gusta mirar al cielo, porque en él leeis palabras ocultas, palabras que no se pueden expresar fácilmente, pero que caminan sobre la brisa.
Un abrazo, hada despeinada; seguro que te ha gustado esa improvisada tormenta. Porque, aunque moja y despeina, también da ánimo. Al menos a mí me ocurre: las tormentas me transmiten fuerza, son la voz y el rostro del dragón.
¡Eh, señora o señorita Cristalook!
ResponderEliminar¡esa H es mía! jajaja.
Otro abrazo.
Esa línea tumbada donde a veces se acuesta el sol y nace la luna es la puerta del cielo y de los sueños, pero no todos los caminantes tienen la fortuna de saber hallar el camino...
ResponderEliminarAunque no hay peor ciego que el que no quiere ver... no seas duro con ellos,son más dignos de lástima que de otra cosa. Si no saben el camino, adónde irán cuando deban de abandonar esto?
Y como veo que tú sí lo has encontrado, te espero cualquier día por extraño que pueda parecerte... o no... bajo el manto estrellado de esa plaza "circular".
Estaré justo en la "esquina".
:):)
Hola, bella anónima.
ResponderEliminarLo de bella lo deduzco de tus palabras.
No sé si he encontrado el camino, como dices, pero ten por seguro que iré a esa esquina de la plaza circular, para encontrarte. Y ojalá que las estrellas canten esa noche un bella canción, y la luna nos regale su sonrisa.
En cuanto al horizonte, más que la puerta de los sueños, como afirmas, yo creo que es la ventana, esa ventana abierta de par en par que nos llama y nos seduce. Lo de encontrar el camino ya es tarea de cada uno.
Un beso.
(imagino que se trata de mi chica)
;)
Yo lo miro todo, lo adorno todo, y me dan por saco los mismo que a ti ¿me juntas? ;)
ResponderEliminarMe gusta esta declaración tuya. Como estoy alicaída y me has hecho sonreir, hoy te dejo todos los besos de los días que no pude pasar por tu blog.
Gracias, genio.
Ah...
ResponderEliminar(eso es un suspiro y es por el comentario de la anónima y tu respuesta al mismo je je... perdón por la intromisión pero esto del amor me resulta inspirador siempre ;) Qué bueno que hayan trascendido el mundo real y se encuentren también en el virtual y en el que no existe tiempo porque todo se cuenta en instantes de encuentro ;)
Pero el motivo de mi visita que derivó en el suspiro inicial ;) era para comentarte la gracia que me hizo que tuvieras el libro y que te lo hubiese regalado esa mujer tan especial que es 'todas las mujeres' -porque eso pasa cuando uno está enamorado ;)- ¡Vaya sincronía! ja ja..
El libro me gustó y me resultó una lectura amena a pesar de sus más de quinientas páginas... Espero que tú también lo disfrutes. Estoy segura de que habrá instantes de la historia que te resulten apasionantes..
Un abrazo inmenso
(suerte en tu cita 'bajo la luna' je je)
Hola Antonio, pues mira que tampoco son de mi agrado, pero no me aparto porque ensalzan mi necesidad de soñar cuando están a mi lado, e incluso sé lo que la necesito cuando me olvido de vez en cuando, pero me gusta ser como el árbol, raíces en la profundidad de la tierra pero con las ramas hacia el cielo, el equilibrio ideal (mira que saben ellos). Y que para algunos lo que no tenga beneficio o utilidad no sirve para nada...
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola, Luisa!
ResponderEliminarClaro que te junto, y te "ajunto", como se dice por aquí, o se decía.
Me alegro de que sonrías, eso hará que se levanten un poco tus alas.
A ver si tus problemas se arreglan, sean los que sean. Y muchas gracias por los besos.
Un abrazo del Lobo Martín.
Pues sí, amiga maga, el comentario anónimo era de mi chica. Me lo ha confirmado, jeje. Nos conectamos en ambos mundos, en el real y en el virtual.
ResponderEliminarEl libro de La Sombra del Viento me lo regaló poco después de conocernos, como ya te dije, y si no lo he leído aún es sólo por falta de tiempo, porque leí unas primeras páginas y me interesó mucho. Seguro que me va a gustar.
Un abrazo, maga Isis.
Hola, Ligeia, todo un placer verte por aquí, después de tanta ausencia.
ResponderEliminarPor lo que dices entiendo que esas presencias te impulsan por contraste, o algo así. Está bien, el caso es mirar al cielo y seguir soñando.
El caso es que puedas escuchar siempre la voz que te anima, que es la llave de la vida.
Un abrazo.
Más que contraste, que no llevar la contraria, es que me hace reaccionar y darme cuenta de lo patético de su estado...solemos ver mejor algo proyectado en los demás que en nosotros mismos, aunque por lo general, yo no suelo ser así
ResponderEliminarAunque parezca increible hay muchisima gente que no mira al cielo.
ResponderEliminarHace tiempo que guarde esté video.
http://www.youtube.com/watch?v=OxrkacaF0Hg...así que leyendote me acorde de él.
Saludos.
Los cielos siempre hablan, la luna nos compone, sin labios siempre hallan, veces que hacen sus voces. Los vientos que arrebatan, en silencio abren flores, un mundo no le basta, a mundos que habitan el hombre.
ResponderEliminarBesos buen amigo.
Bueno, Ligeia, más o menos a eso me refería. Ves, por contraste con tu propio sentir, el estado de quien está junto a ti en ese momento, y lo rechazas por "patético", tal y como dices.
ResponderEliminarPero también vale, y mucho, el mirarse en el espejo, con la mirada clara, despejada. Los ojos del espejo nos devuelven nuestra propia mirada de ese momento, y créeme si te digo que son muy estrictos en su juicio.
Un abrazo.
Hola, Malú.
ResponderEliminarA mí no me parece nada "increíble". Llevo ya muchos años en este mundo, y la mayoría de gente que he conocido es gente que no mira al cielo, simplemente porque no le interesa.
Precioso el vídeo. Gracias, amiga asturiana.
Saludos.
Hola, Eli, se te echaba de menos por estos lares.
ResponderEliminar"Los cielos siempre hablan", así es, amiga. Lo que ocurre es que la mayoría no quiere escuchar lo que dicen. Es el suelo su patria, es el suelo su vida, es el suelo su única realidad.
Esto no sé si es optativo o no, pero está claro que la mayoría no quiere mirar y no quiere escuchar, porque no le llama la atención, porque no huelen ahí la plata que necesitan para sobrevivir, porque... no les toca el alma.
Esa es la cuestión.
Besos, amiga.
Que bonito lo que has escrito.
ResponderEliminarA veces lo pienso mucho esto que dices,y estamos rodeados de ellos, somos pocos los que miramos las cosas en profundidad, yo digo que hay vivos y muertos, esos que vegetan pero también amamos si los tenemos cerca o son familiares.
Yo me alejo de los falsos, estos que son como zombis no hacen daño.
Un beso y gracias por seguirme y recibirme en facebook
Hola, Marian.
ResponderEliminarSi conocemos gente así, y además son nuestros amigos o familiares, habría que darles un empujoncito, ¿no?
Simplemente se les coge la barbilla y se le alza, para que vean eso que no suelen mirar, mientras les dices cosas con fondo.
Aunque tampoco es necesario mirar hacia arriba para ver el cielo.
Los falsos, ah, esos, esos que sonríen y que lo único que quieren es sacar algo a cambio..., esos no son sino vampiros.
Un beso, Marian.