Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







jueves, 27 de agosto de 2009

La oscuridad del día



por Carlos Castaneda


21 de mayo, 1968

No pasó nada fuera de lo común durante mi viaje para ver a don Juan. La temperatura en el desierto andaba por los cuarenta grados y era casi insoportable. El calor disminuyó al caer la tarde, y al anochecer, cuando llegué a casa de don Juan, había una brisa fresca. No me hallaba muy cansado, de manera que estuvimos conversando en su cuarto. Me sentía cómodo y reposado, y hablamos durante horas.
No fue una conversación que me hubiera gustado registrar; yo no estaba en realidad tratando de dar mucho sentido a mis palabras ni de extraer mucho significado; hablamos del tiempo, de las cosechas, del nieto de don Juan, de los yaquis, del gobierno mexicano.
Dije a don Juan cuánto disfrutaba la exquisita sensación de hablar en la oscuridad. Contestó que mi gusto estaba de acuerdo con mi naturaleza parlanchina; que me resultaba fácil disfrutar la charla en la oscuridad porque hablar era lo único que yo podía hacer en ese momento, allí sentado.

Argumenté que era algo más que el simple hecho de hablar lo que me gustaba. Dije que saboreaba la tibieza calmante de la oscuridad en torno. El me preguntó qué hacía yo en mi casa cuando oscurecía. Respondí que invariablemente encendía las luces, o salía a la calle hasta la hora de dormir.

-¡Ah! -dijo, incrédulo-. Creía que habías aprendido a usar la oscuridad.
-¿Para qué puede usarse? -pregunté.
Dijo que la oscuridad -y la llamó "la oscuridad del día"- era la mejor hora para "ver". Recalcó la palabra "ver" con una inflexión peculiar.
Quise saber a qué se refería, pero dijo que ya era tarde para ocuparnos de eso.


Carlos Castaneda
(1971)

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- del libro "A Separate Reality" (Una realidad aparte)
- por Carlos Castaneda
- traducción de Juan Tovar
- Fondo de Cultura Económica, México (1974)

12 comentarios:

  1. Temo empezar a escribir sobre todo esto del camino del guerrero porque es muy posible que no pueda parar jeje...

    Es un tema que me apasiona, así como los libros de Castaneda y la figura inescrutable de Don Juan fundiéndose en el 'intento' y poseyendo una mirada imposible de diferenciar de la del 'Águila'...

    He leído tus posts anteriores (los del desatino controlado) y, aunque me parezca meritoria la labor de quienes han explicado a Castaneda (así como la de Víctor Sánchez), prefiero esa sensación de que algo se está 'colando' subrepticiamente por las palabras de Castaneda cuando lo leo... (tal vez sea el mismísimo Intento si, como se lo recomendó Don Juan, Castaneda dejó que sea este el que lo guiase para escribir su obra ;)

    Al leer todo lo que has escrito y transcrito ;), me pongo a pensar en el proceso tan duro que fue para Castaneda 'desoccidenatlizarse' jeje... Tal como él lo describe, su formación como guerrero duró muchos años en los cuales tuvo que aprender todo un "sistema cognitivo diferente" que lo habría de conducir a un mundo totalmente nuevo que ni siquiera podría haber imaginado cuando decidió hacer un mero trabajo antropológico en el desierto de Sonora ;)

    Así mismo es... dicen que "cuando el discípulo está preparado aparece el maestro". Y la mayoría de las veces resulta que el discípulo no tiene ni idea de que ya está preparado jeje... Hay que ser un verdadero maestro, como Don Juan Matus, para guiar a alguien a través del camino del conocimiento. De esa 'noche oscura', de ese proceso durante el que se aprende a VER... (imagina que uso la misma inflexión que usó Don Juan al mencionarle esta palabra a Castaneda ;)

    (por favor imagina la inflexión ya que no puedo usar esos códigos para escribir en cursiva!!!! jaja)

    Ah.. siempre me es grato leer, recordar, REVIVIR las palabras de Don Juan...

    Gracias por eso ;)

    Y a propósito del 'desatino controlado', el Teatro nos da una magnífica clave para comprenderlo: lo que hace un actor cuando interpreta un papel es un desatino controlado: sabe que es ficticio pero lo interpreta como si fuese real y así se compromete con la ficción sin perder la conciencia de que él está detrás de la máscara...

    Pero la 'importancia personal' es el principal obstáculo para lograr actuar con esa locura controlada... Por ello Don Juan dedicó tanto tiempo para demostrar la necesidad de acabar con ella, de las más variadas y bizarras formas... No puedo evitar sonreír cuando recuerdo tales relatos que Castaneda nos ha transmitido a lo largo de su 'novelada' obra que cuenta su formación bajo el ala de Don Juan (nótese que uso la palabra 'ala' de manera casi inconsciente... ;) Tal vez haya querido hacer alusión al 'don del águila' sin siquiera proponérmelo jeje)

    En fin... Ha sido un paseo muy grato por la 'nocturnidad' de tu cuaderno, mi querido Antonio ;)

    besos miles!!!

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  2. Hola, estudiante Carlos.

    No, no son gays. Entre ellos se maneja una relación de maestro-discípulo. Por eso Castaneda va a casa de don Juan por la noche, o a cualquier otra hora, para aprender del maestro.
    Si fueran gays, igual te lo diría, pero no es el caso.
    Mejor sería, si tienes interés, que leyeras algún libro suyo.

    Un saludo.

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  3. Hola, Cristal.

    Al principio no entendía tu comentario, porque pensé que te referías a Carlos Castaneda. Ahora ya sí lo entiendo, jeje.

    Un abrazo.

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  4. Isis, ¿qué te pasa?
    Hay temas que te desbordan ¿verdad? Jejeje.

    Tienes mucha razón, no recordaba bien ese detalle: Don Juan le decía a Castaneda que escribiera si quería hacerlo, pero que lo hiciese como brujo, no como un escritor corriente.
    Si es cierta la historia, al amigo Castaneda se le volteó el mundo, se quedó desnudo y sin sitio donde agarrarse.

    Isis, yo estoy "preparado" y el maestro no aparece... ¿por qué será? ¿Será porque hay escasez de maestros? ¿O será que el "maestro" no tiene por qué ser alguien físico sino una especie de voz que escuchamos por dentro?
    Nadie sabe en realidad si existió don Juan Matus...
    Pero bueno, tampoco nadie sabe que yo existo, jeje. O casi nadie.
    No es eso lo importante, sólo importa el conocimiento.

    ¿Por qué no puedes usar los códigos para escribir en cursiva?
    Sólo tienes que escribir delante del texto el código: () y a continuación: ().
    Te lo pongo entre paréntesis porque si no me sale en cursiva, jaja.

    Es muy interesante la comparación que haces con el teatro. De hecho, ya lo mencionaban estos críticos franceses de la obra de Castaneda. Y claro, el actor sabe que está actuando, aunque ponga todo el énfasis en lo que hace y dice. La diferencia es que el ser humano "normal" no actúa, sino que se cree todo lo que hace y dice, o sea, que está idiota o loco, sin control ninguno.

    La "importancia personal" no sólo es un obstáculo para ejercer la locura controlada, es un obstáculo para la misma vida.
    Amiga Isis, tú y yo sabemos que sentirse, creerse importante es ser rematadamente idiota. Así que tú y yo somos un poquito más listos que eso, ¿verdad? Jejeje.

    Importante de veras sólo es aquel que deja de verse a sí mismo como importante. Ahí se le abren los ojos y las orejas.
    Cuando Sócrates dijo aquello de "sólo sé que no sé nada" empezó a ganarse mi respeto.

    Un fraternal abrazo de parte de Carlos Castaneda, de Don Juan y, por supuesto, del lobo Antonio, que aunque sigue metido en la "fosita primitiva" se ha querido sumar a este saludo.

    Besos.

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  5. Perdona Isis, aunque los he puesto entre paréntesis no han salido los códigos.
    Te los pongo ahora paso a paso:

    Antes del texto tienes que escribir un ángulo abierto hacia la derecha, luego las letras em, y a continuación cierras el código inicial con un ángulo abierto hacia la izquierda.
    Luego escribes el texto que quieras.
    Y para cerrar, y que el texto quede en letra cursiva, vuelves a escribir un ángulo abierto hacia la derecha, pones una barra, como ésta / , las letras em, y un ángulo abierto hacia la izquierda.
    Y así el texto queda en letra cursiva.

    Aunque esto sólo funciona en Blogger.

    Besos.

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  6. jaja... lo he logrado querido Antonio!!!!

    muchas gracias ;)

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  7. Hola, Antonio, de nuevo...
    Me encanta este tema del "ver" (soy incapaz de aprender lo que Isis ya entendió! A mi, me desborda, y por eso no puedo poner nada en cursivas en los blogs...).
    Siempre me ha parecido extraordinariamente importante y útil, pero no lo podría explicar. Simplemente lo "siento", y lo constato.

    Pero esto me llevó a pensar en otra cosa: estas relaciones nuestras, quesque "virtuales", tienen mucho mucho de verdaderas, a pesar de la distancia y la ausencia de contacto físico. Nuestras comunicaciones cibernéticas se parecen, pues, en cierta medida a la actuación del actor en escena, que sabe que no es verdad pero lo vive como si lo fuera/ nosotros, al contrario: sabemos que es virtual pero exponemos nuestra verdad profunda.
    Extraño, y fascinante...

    Todo es del color del cristal con que se mira, y la actitud que adoptemos es lo más fundamental.
    Un beso

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  8. "la oscuridad del día es la mejor hora para ver"...
    gracias,Carlos.
    gracias, Antonio.


    Mil besos!

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  9. Me alegro de que lo entiendas Antonio. Siempre se cuela algún despistado. Pero éste, lo es tanto que tiene su gracia.
    Un beso amigo.

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