Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







martes, 25 de agosto de 2009

La locura controlada



Quizá no queda del todo claro en el siguiente texto, porque es un tema complejo, pero es muy interesante y por eso lo expongo aquí. Hace 28 años dos ensayistas franceses se dedicaron a glosar y explicar los libros de Carlos Castaneda, que por entonces sólo sumaban cinco, e intentaron dar todas las explicaciones posibles a ese nuevo o viejo conocimiento con que el amigo Castaneda asombraba al mundo de los inquietos y buscadores. Un poco al estilo de Louis Pauwels y Jacques Bergier, pusieron toda la carne en el asador e intentaron explicar lo inexplicable.
Quizá fueron un poco "más papistas que el papa", y puede que hasta el mismo Castaneda quedara asombrado de tanta explicación... Pero este mundo es libre para expresarse (excepto en algunas "culturas"), y estos dos amigos hicieron mucho por acercar los difíciles textos del "brujo" Carlos Castaneda.
Por ello, todos los buscadores de estrellas les quedamos profundamente agradecidos.

AHM.
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La locura controlada

por Bernard Dubant y Michel Marguerie


El guerrero considera al mundo como un misterio sin límites, y lo que hacen los hombres como una locura sin nombre.

Todos los actos de los hombres son locura, o más bien son percibidos como locura por quienes ya no creen en el sentido de los actos ordenados por la razón. Los hombres actúan según las reglas que juzgan normales, con fines que estiman necesarios, justos, buenos, y llaman locura a los comportamientos extrarracionales. Volverse loco es perder la razón. Luego, el uso de la razón también es locura: esta normalidad, la razón entera, la explicación racional de las cosas, no es más que locura. Los actos y la vida de los hombres nada significan propiamente: la gente se pasa la vida envejeciendo, y su vida, a pesar de los credos ilusorios a que se aferran, nada significa para ellos ni para nadie.

Los actos de los hombres corrientes son sólo ruido y furor, como dijo Shakespeare. El dramaturgo había así intuído que el mundo no es sino un teatro y los hombres actores. El guerrero no percibe las cosas de distinta manera. Sus actos también son locura, pero como él no cree, es una locura controlada.

Con todo el mundo se sirve Don Juan de su locura controlada; todo lo que hace es locura controlada, lo cual no significa que no sea sincero, sino que sus actos son sólo los de un actor. Para mí -dice- no hay ni una sola cosa que sea importante, y menos mis actos que los de cualquiera de mis semejantes. A pesar de ello, continúo viviendo porque es mi voluntad... Mi voluntad controla la locura de mi vida.

El guerrero que ha anulado la importancia de las cosas, si escoge vivir, no puede considerarlo como una locura; pero como ejercita una elección que su voluntad dirige, su locura está controlada. El hombre que está bajo el control de su razón, no se controla; por eso su locura no está controlada, y su lado siniestro no puede apenas ser compensado por su lado alegre: el hombre ordinario no cree estar loco; ¡sus actos son endiabladamente serios! El guerrero elige actuar, debe creer sin creer, como hemos visto. Su acto es puramente gratuito, y él sabe que todos los actos pretendidamente serios son también gratuitos.
Tus actos -dice Don Juan-, así como, de manera general, los de tus semejantes, te parecen importantes porque has aprendido a pensar que son importantes.

Sí, pero entonces hay que agarrarse a algo. Como ya hemos visto, el guerrero no se agarra a nada; en nada se parece a esa gente que ha pretendido abrumar a su generación haciendo el vacío (¡que vacío tan ilusorio!, y ¡qué pérdida de tiempo!) y que, beoda, se agarra a algún mito movilizador, lo que prueba que se ha quedado convertida en hechiceros negros deseosos de creer, es decir, de comer el alimento que trafican sus semejantes.

La locura controlada es el deber creer; la locura no controlada es la creencia. Una cosa es importante cuando se nos ha dicho así y nosotros, solamente, balamos con el rebaño: es el es necesario creer en algo. Pero ACTUAR con todo su ser sin creer y sin conceder la menor importancia a lo que se hace, pero con toda la perfección que da un perfecto control y un perfecto abandono, es un acto de águila solitaria. Es la única manera desinteresada de actuar, y el guerrero debe actuar sin esperar nada a cambio.
(Cabe decir que este desinterés nada tiene que ver con un acto caritativo, que da buena conciencia.)

Y este desinterés es vulnerabilidad, y placer sin límites. Si la palabra nobleza tiene sentido, no puede significar más que esto.

(continuará...)
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- del libro "Castaneda: El camino del guerrero"
- Bernard Dubant y Michel Marguerie
- traducción de Eugenia Frutos
- Ediciones Mascarón, 1981

12 comentarios:

  1. Ahora leo el texto... pero sabes aquello que te comenté de los bucles interminables, pues la imagen que pones es justo la interpretación de uno de los grandes maestros de la pintura 'Escher', que como Bach en la música, ha expresado pictóricamente este concepto matemático tan fascinante y al mismo tiempo complicado(no sé si lo haz buscado adrede o si vuelve a ser la sincronicidad que abunda en este Cuaderno).
    Luego vuelvo para comentar sobre 'la locura'.

    besos Antonio

    PD. Ya lo puedes desconfiar, y con razón que estos días holgazaneo más que trabajo, jajaja... ¡me encanta tener tiempo libre!

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  2. Hola, Gárgola.

    No, no la he buscado adrede, pero en seguida mi intuición me dijo que esa imagen le iba bien a este tema. O sea, que ha sido otra vez la sincronicidad, jeje.

    Sobre el tema de las imágenes, hacer referencia al autor y tal, me parece que nos estamos propasando... Te explico: yo, desde pequeño, he usado imágenes que he encontrado por ahí y nunca me he preocupado de indicar su origen. Si esta preocupación estaba en el autor mismo podría "firmarlas" y con eso asunto concluido.
    Hay mucha gente en Flickr, por ejemplo, que publica miles de imágenes de su propia mano sin firmar, pero lo hacen libremente, y no añaden la coletilla de "derechos de autor". Si ellos lo publican ahí ya saben qué uso se va a hacer de las mismas: total. Quizá les gustaría que hubiera un reconocimiento a su labor, pero no lo hacen explícito.
    Y por otra parte, hay quien sí lo hace saber y codifica la imagen en cuestión para que no pueda ser copiada. Entonces, si quieres llevártela a tu pc te sale una leyenda que dice "spaceball", lo que quiere decir que lo que te llevas es nada...
    Estas imágenes codificadas de "spaceball" también se pueden copiar, usando ciertos métodos, pero yo ahí ya no me meto porque entiendo que estoy vulnerando los derechos de autor que ese autor ha hecho valer, o sea, que estoy "robando".
    Pero estos últimos son la minoría. La mayoría publica sus fotos, normales o modificadas, corrientes o artísticas, con total libertad, y conscientes de que van a ser usadas con la misma libertad...
    Yo mismo he publicado muchas fotos, y para nada pretendo que se indique mi autoría o que se diga que fui yo el primero en postear tal o cual imagen.

    Estos de los "copyright", bajo mi punto de vista, se está desmadrando. He observado que desde hace unos días mi lista de música, la que tengo abajo, no funciona. Sale no se qué sobre las "licencias"... Así que no me queda otra que suprimirla.
    Quien quiera oir a Vangelis o a Enya que se compre el disco...

    Sinceramente, no me parece que esto sea ir por buen camino.
    Este "bucle" no es de mi gusto, jaja.

    Me alegra saber que estás de vacaciones. ¡Disfrútalas al máximo! Tú, como aventurera, seguro que sabes hacerlo.

    Un gran abrazo, amiga Gárgola.

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  3. Me siento como ese águila solitaria. Lo malo es que a veces me siento cuerda y entonces comienzo a volverme loca.
    Siento mi ausencia en tu blog, en el mío, en el de tantos amigos...Y hoy me alegra haber podido descansar un poco por aquí.
    Un beso.

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  4. es muy interesante este tema
    espero paciente la continuacion.
    jejeje
    lo del sentido ahi esta... esta en nosotros!:)
    un gran abrazo antuan!

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  5. Espero la continuación.Todo esto es muy interesante, sobre todo porque nunca se sabe exactamente de lo que estamos hablando...jaja.
    Siempre me pregunté quien tiene criterio y bajo qué criterio, para decir que alguien está loco. Y siempre me senti a favor de " la locura".
    Dejo para compartir unos pensamientos de Edgar Alan Poe:
    “Cuando un loco parece completamente sensato, es ya el momento de ponerle la camisa de fuerza”.
    "La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia."


    Abrazo Antonio.

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  8. Hace años leí los libros de Carlos Castaneda, eran como muy novedad por aquí, yo diría que muy folk, pero eso es otra cultura, qué sentido tendría en la nuestra el peyote, ver tu espíritu en qué animal..., y sin embargo no me imagino a esos pueblos sin su brujo particular,
    y de la locura y no locura...,como hecho litarario o metafórico ...,
    pero la locura como hecho real es una enfermedad, tener alucinaciones oír voces sin estar "fumado" (C.Castaneda lo llamará de otra forma, supongo, ya no recuerdo)se aparta de la "norma" y aunque la ciencia no pueda explicar su origen totalmente...

    no sé..., esto es un terreno de arenas movedizas, tierra de nadie porque nadie sabe todo del cerebro, ni de sus conexiones y circuitos...

    Un abrazo.

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  9. Hola, Antonio.

    Al leer tu entrada, me has puesto a recordar aquéllos años en que yo leía denodadamente a Castaneda.
    Volví a sentir, como entonces, esa sensación de "estar intrigado" y quedar atónito ante una lógica y una manera de vivir tan distinta a la usual en nuestra cultura...

    Es muy bueno releerlo, para recordar este sistema de pensamiento tan especial -efectivamente has elegido una ilustración per fec ta para este post--, tan difícil de abarcar pero sumamente interesante.

    El camino del guerrero, sin embargo, se me hace muy difícil de seguir al 100%. Ejercitar la locura controlada, o el "desatino controlado", como lo llama Don Juan, es seguramente algo recdomendable para cierta gente, pero muy duro para practicarlo. Estamos acostumbrados a creer en ciertas cosas y a concederle importancia a determinados actos.
    ¿Cómo liberarnos de todo nuestro sistema de valores éticos, tanto individuales como sociales?

    Son duda es una nuez dura de pelar, esta que ofreces hoy, pero eso sí, interesantísima.

    Y un beso "caminante".

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  10. Escher, siempre onírico y sin límites. Perdido en el laberinto de su imaginación, con una clara tendencia a la alienación paranoica, se adapta muy bien a los textos del Maestro Castaneda. Buena elección.

    No es la primera vez que te ocupas de Don Carlos. Recuerdo un texto, de hace un tiempo, sobre El Águila, donde analizas el concepto de conciencia universal, que acabará por devorarnos a todos una vez traspasado el umbral de la realidad presente, o de la muerte.

    Castaneda, es oscuro, porque su objetivo no es terapeútico, sino de conocimiento y de crecimiento personal. Por eso suele resultar confuso si se le lee desde la perspectiva de una lógica cartesiana. En todos sus textos hay que poner una intención que vaya más allá de lo literal, de lo inmediato o de lo efectivo. Hay que desprenderse de lo “aprendido” y traducirlo a términos de ensoñación, de la quimera que nos atrapa una y otra vez. Sólo a través de la fantasía podremos volar por su simbología chamánica. Fuerte y mágica.

    Es la utopía anímica por excelencia que nos transporta a la clarividencia, a la percepción y a la modificación de la conciencia y que nos hará viajar al más allá. Los guerreros, deben lanzarse al vacío, a lo desconocido, sólo así la auténtica realidad se abrirá ante nosotros. Y únicamente de esa forma seremos capaces de controlar la locura que nos cierne. Él no era, ni nunca quiso ser un chamán al uso, para él, el chamanismo era un camino donde hallar la fuerza cósmica para volver al huevo primigenio donde todo se genera.

    Esta unión de realismo mágico y material a un tiempo, salpicado en muchos de sus escritos de una fina ironía, se implementa muy bien en el temperamento de este Cuaderno. Al menos, y a falta de un conocimiento más exhaustivo, lo que desde aquí se percibe claro está.

    Y aquí lo dejaremos a la espera de esa continuación. Gran entrada Antonio.

    P.D. Espero que, a pesar de la extensión, tu HTML me deje publicar.
    A ver...

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  11. Qué puedo agregar a tu excelentísima entrada después de haber leído el comentario de la niña Cristal?!
    Sólo diré:cómo podríamos vivir sin nuestras locuras?

    Excelente, Antonio,espero la continuación.

    Mil besos,extrañándote en mi zigurat...

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  12. A veces pienso en la poca importancia que tiene todo lo que hacemos o dejamos de hacer, da igual. Y en la seriedad con que la gente a veces actuan, por ejemplo en las ceremonias protocolarias, me parecen tan ridículas y dificil de creer que en verdad se lo crean.Pero prefiero no pensar mucho en ello porque si lo hago termino cruzandome de brazos y pensando que todo da igual que nada tiene sentido. La verdad es que mi tendencia natural es sentir que nada es importante y entonces me pregunto que hago aquí escribiendo, para qué, en fin que no quiero pensarlo mucho.

    Besos querido amigo.

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