Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







viernes, 14 de agosto de 2009

El rayo



Ya bien entrada la noche, el maestro y su discípulo preferido se sentaron bajo el árbol del jardín, a la suave luz de la luna.
Era una noche apacible de agosto, y corría una fresca brisa que venía de las montañas.
En principio todo fue silencio. Cada uno miraba a cualquier parte, a su capricho, a las flores dormidas, a las hojas del árbol, a la luna que brillaba entre nubes de plata, a las montañas oscuras del horizonte...
Luego el maestro miró directamente a su alumno y le hizo una pregunta inesperada:

-¿Sabes qué diferencia hay entre un rayo y tú?

-¿Entre un rayo y yo...? Hace usted unas preguntas muy extrañas, maestro.

-¡Esa, ésa es la diferencia! ¡Los rayos no hablan!

El discípulo se quedó estupefacto, sin saber qué más decir. El maestro sonreía y de pronto las hojas del árbol comenzaron a moverse empujadas por un fuerte viento, el cielo se oscureció ocultando la luna y en pocos segundos una fina lluvia comenzó a caer.

-Maestro, quizá deberíamos meternos en la casa, aquí nos vamos a empapar...

-No, debemos esperar aquí a que venga.

-¿A que venga quién?

El maestro no respondió, sólo sonreía mientras miraba a las nubes. Y de repente, venido de la nada, apareció... el rayo.

-¿Ves? Esa es la cola del dragón...

Al poco tiempo se escuchó un imponente trueno.

-Y ésa es su voz.


AC.

22 comentarios:

  1. Veo que los calores ya se van remitiendo y el Cuaderno Nocturno vuelve a resplandecer en noches de media luna.
    ... Ni tiempo he tenido para comentarte sobre la Madre Tierra...
    El rayo que ilumina la noche y hace sonar el cielo es parte de la fundación de todo, del principio cuando nosotros y el polvo de las estrellas éramos la misma materia y latíamos en busca de 'la forma'. Hoy tenemos la forma, pero cada vez menos contenido y eso nos aleja de nuestra esencia Elemental. Tenemos que forzar la memoria para recordar que somos mucho menos que un rayo en la noche del universo y que la tierra, este regalo misterioso y bello es más frágil que el sonido del trueno que se propaga al infinito. Me pregunto con pena ¿cuantas veces heriré sin darme cuenta el corazón de Gaia, que al mismo tiempo es mi propio corazón?


    besos

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  2. Hola, Gárgola. ¡Bon Día!

    Sí, parece que los calores van bajando un poco y mi metabolismo empieza a reaccionar, jaja.
    Pero aun falta mucho...

    El rayo siempre me ha parecido impresionante, y el relámpago y el trueno. Y sí, tienes razón, recuerda al principio.

    Me encanta, me embruja eso que dices de que la Tierra es un "regalo misterioso, bello, frágil". Pero insisto en que no creo que la Tierra se deje vencer por esta especie de insecto que llaman "humano". Ya mandó a los dinosaurios a tomar viento, jeje, así que si los mamíferos y antropoides la molestan hará lo mismo.
    La Tierra, Gaia, tiene su propia conciencia y hará lo que tenga que hacer, en el momento oportuno.
    No creo que tú, conscientemente, la hieras, sólo que estás en un mundo artificial y usas formas y aparatos que parecen ser perjudiciales, como hacemos todos, pero eso no hiere al corazón de Gaia, quizá algo a su piel, pero no a su corazón.

    Un beso terrestre, amiga poeta y aventurera, y muchas gracias por tu inestimable visita.

    Antonio

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  3. El verano nos tiene desperdigados y yo además sigo con problemas en mi mano, por eso me alegra más estas reflesiones tuyas sobre la tierra o el rayo llenas de serenidad y sobre todo de esperanza para estos mosquitos insignificantes que formamos parte de la madre Naturaleza y que andamos dando tumbos y con el rumbo perdido en la mayoría de las ocasiones.

    Gracias por estos "descansillos" que nos ofreces a lo largo de la escalera, Antonio.

    Un abrazo.

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  4. Te salen encadenado tus letras y videos, buen grito el del trueno
    Besos desde las aguas humedas de mi Mar......

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  5. Que precioso relato!Pero cuidado con los rayos debajo de los arboles:)
    Todo esta hecho de lo mismo:)...
    un gran abrazo!

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  6. Hola Antonio,me da una sensacion agradable detenerme en tu Cuaderno Nocturno, aún cuando,me encuentre bastante en penumbra y supongo que bastante inconciente, y por eso en algunas ocaciones me quede sin nada por decir.Entiendo que no entiendo su significado jeje.Pero queria agradecerte el tiempo que te tomaste en responder mi comentario, eso es tan valioso.
    Y sabes? a pesar que cada vez me gusta menos la gente,suelo salir lastimada por confiada, aunque todos los dias me diga: que ganas de irme a vivir arriba de una montaña!!!, pienso que en general no somos tan malo los humanos...creo que nos falta mucho amor,me parece que la maldad es un estado de enfermedad...me parece que nos falta amor, que no sabemos nada de él, que siempre se nos enseña a buscar ser amados( que que bellisismo es, pero...)se nos enseña a agradar desde pequeños,y primero deseamos el amor de nuestros padres, el alimento de ese amor, y luego carentes de ello o no, asi se sigue, y no sabemos de nosotros...entonces hay que desandar el camino y aprender.Y a veces o muchas veces, no llega esa conciencia, o para ese entonces el ego no admite otra historia, o no se sabe por donde empezar...
    Que rollo hice no?! jajaja.No se si se entiende , no son mis alegatos ante un tribunal jajaja.Es lo que siento.Puteo a veces , seguido, por las acciones humanas( me incluyo por supuesto) y luego digo: que sera? que habra pasado? Cuanto amor no llego, cuanto amor esta encerrado en una armadura....
    Abrazo grande.

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  7. Hola, Antonio, bueno al final el rayo habló, son imponentes verdad, los rayos, los truenos, los relampagos, tienen algo de misterio, a mi me asustan y me atraen. A veces he visto caer rayos en el mar y es una gozada pero impresionan.
    Cuidemos a la pachamama, no tenemos nada más.

    (Me gustan tus suspiros, si mi poema de los provoco me alegro. gracias por tu emoción, es muy bonito).

    Besos querido amigo.

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  8. Antonio:
    Me gustó la atmósfera zen de tu relato.
    Contiene varias enséñanzas importantes.

    Y la irrupción del relámpago en tu escrito es sorpresiva y "sonora". como lo son los truenos en el firmamento.

    Gracias, amigo.
    Un beso

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  9. Se nota que el calor nos hace echar de menos la tormenta...,
    es broma.
    Esta tarde la mujer guaraní, no es un personaje litarario, es real, me ha contado una especie de experiencia religiosa y me acordé de ti, bueno ella como es muy cryente, creyente de Dios quiero decir, lo atribuye a la Virgen, yo que me he quedado atónita lo atribuyo a la fuerza espiritual que está en todos nosotros y en el universo, puesto que somos universo.
    Pensé qué escribiría Antonio Castellón de todo esto.
    Un abrazo.

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  10. Hola, Luisa.

    ¿Mosquitos insignificantes? Jeje. Bueno, se hace lo que se puede, pero que conste que no soy mosquito, ¡mosquito nooo! Jajaja.
    Prefiero considerarme como lobo, uno pequeñito, pero lobo.
    Ojalá se mejore pronto tu mano, Luisa, que todos queremos que escribas en estéreo...

    Un abrazo, y... vuelvee, a casa vuelveee, antes de navidaad...

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  11. Hola, Mar.

    Sí, los textos y los vídeos los encadeno yo, jeje.
    Gracias por mostrarnos tu sonrisa y por tus besos desde el mar.

    Un abrazo.

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  12. Sí, Leo, tienes razón, es peligroso estar debajo de un árbol durante la tormenta, pero es que esta gente del relato estaba "protegida"...

    Un abrazo.

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  13. Hola, Ale.

    En penumbra, más o menos, estamos todos. El significado de esta pequeña historia, yo tampoco lo entiendo, pero no se trata aquí de entender sino de sentir.
    Si cualquier rayo y su trueno posterior te hacen vibrar de una forma especial, entonces es que ya has entendido... No hace falta más.

    No, no somos "malos", y necesitamos amor, pero cuidémonos mucho de esos que "no son malos", porque siempre actúan como si lo fuesen.
    Sobre el amor, ufff, habría mucho que hablar. Sólo te puedo decir ahora que el único amor que me queda, después de tantos años, es mi amor por la libertad, que es el mejor que conozco y el que más intensamente he vivido.
    Los demás "amores" se diluyen en las arenas del tiempo.
    Pareciera que la dura sociedad nos encierra, nos coarta y nos obliga a protegernos con una armadura -como dices-, y que sin esa armadura todos nos regalaríamos nuestro amor, pero, Ale, eso es sólo una visión inocente de los que somos.
    Piénsalo mejor y verás que no es así. Quizá tu juventud te hace verlo de esa manera, como me pasó a mí de joven, pero te aseguro que no, no es así.
    La realidad diaria, la cotidianidad nos enseña que los hombres somos aves de rapiña frente a otros hombres. Toda la historia lo cuenta así.
    Mi mayor esperanza es que los "buenos" encuentren sus sitios apartados, sus refugios de montaña donde poder vivir en paz. Al menos, en su interior.
    Ahí sí se puede dar rienda suelta al espíritu del amor.

    Un abrazo.

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  14. Hola, Juana.

    Sí, "el rayo habló", pero ¿qué dijo? ¡Jajaja! Desde luego su hablar no fue nada humano, jeje.
    A eso se refería el maestro del relato.
    Los rayos y los truenos son impresionantes, como todas las manifestaciones de la naturaleza, si sabemos verlas y sentirlas. Tanto en lo grande como en lo pequeño.

    A la Pachamama, hay que tenerla el mayor de los respetos, por supuesto. Nos podríamos ir a otro planeta, junto a una estrella lejana, pero seguro que el viaje es carísimo. Y además, ésta es nuestra casa.

    Así es, amiga, tu poema me hizo suspirar, cosa rara en mí. Te doy las gracias por ello.

    Un abrazo, Lunaazul.

    (preciosos y encantadores tus niños, parecen un hada y un elfo, en serio)

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  15. Gracias, Liz.

    Sí, la atmósfera zen es clara, pero te aseguro que no fue premeditada. Es de estas cosas que te vienen de pronto a la mente (como un rayo, jeje) y tienes que escribirlas, o pintarlas.
    No sé en realidad qué quise decir y si quería decir algo, sólo sé que me vino y tuve que escribirlo.

    Un beso, amiga Liz.

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  16. Hola, Alfaro.

    Mi lema es: "lluvia en verano y sol en invierno". Es decir, siempre buscando la excepción. Es lo que a mi ser le sienta mejor.

    Pues AC no puede escribir nada al respecto, porque no me has contado la historia de la mujer guaraní...
    Y me gustaría saber qué "experiencia religiosa" fue esa. Por curiosidad y para dar mi opinión.

    Un abrazo, MJ.

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  17. Antonio, un rayo como ese le acaba de caer a nuestro hidalgo caballero. Después vendrá el estruendo presumible acompañado de la escupida y torrencial lluvia que juzgará a los aldeanos al azahar.

    Saludos.

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  18. Gracias por lo que dices de mis niños pero no son exactamente mios, son mis sobrinos, aunque los adoros como si fueran mios, yo no tengos hijos.

    Besos.

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  19. ¡Cómo, Terry! ¿Que a Don Quijote le ha caído un rayo?
    Espero que haya salido bien parado, seguro que fue por culpa de su sempiterna armadura...
    Te creía de vacaciones y me alegro de verte de vuelta.

    Un saludo, amigo Don Terry.

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  20. De nada, Juana.
    Creía que eran tus hijos, pero bueno, la impresión es la misma si son tus sobrinos: parecen un hada y un elfo.

    Un beso, tía Lunaazul.

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  21. Hola, Carolina.

    A mí también me ha gustado el tuyo de "Rompecabezas de Ideas", y allí te he dejado un breve comentario (aunque no tan breve como el tuyo, jeje).

    Un saludo.

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