Son muchos los que pasan por nuestro lado. El puente es ancho y largo. Son muchas las figuras que van o vienen... Un hola, una mirada fugaz, unas palabras, un gesto, un adiós... Pero unos pocos se detienen, y nos detienen, nos miran de otra manera, nos hablan distinto, nos
llegan, nos acompañan, y terminan alojándose muy adentro... Y de esos, aunque un mal día se vayan, aunque se difuminen entre la bruma del otoño, algo suyo, o mucho, se queda para siempre.
Es al mirar los cristales de la lluvia sobre las hojas, cuando notamos que siguen ahí, medio ocultos en el rumor del aire, sonriendo, como una caricia...
(para mi amiga)
Antonio HM.
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- "Listen to your Heart", por Mike Rowland
- del álbum
My Elfin Friends
Hay veces que esa caricia nos la hacen con una lija del 7, pero de todo tipo tiene que haber en esta vida.
ResponderEliminarUn emotivo texto , sobre todo para mí hoy, y precioso sin duda alguna.
Sí, amiga, te entiendo, pero quise hablar de la caricia en sentido positivo, que existe, te lo aseguro. Pero hay que saber esperar, para sentirla así.
ResponderEliminarHay heridas que nunca se cierran, no pueden cerrarse, pero se puede llegar a notar esa caricia. Un suave alivio, que viene de otra parte...
Gracias, Butter. Un saludo.
sin caricias, no se puede cruzar el puente...
ResponderEliminarabrazo, antonio*
Hombre! Sr. Druida, ya tiene vd. al buho de al lado y la niña que se cree Rayuela reunidas y por el orden previsto... una detrás de la otra. Así que mucho cuidadín! las "chicas malas" están al acecho!
ResponderEliminarPor otra parte, ha escrito vd. un maravillosa dedicatoria para su amiga. Afortunada ella.
La verdad es que hay seres, que llegan hasta nosotros de distintas formas y maneras para dejar una impronta imperecedera en nuestro ánimo.
Un abrazo Antuán.
Hay caricias literales, por supuesto.
ResponderEliminarPero también te puede acariciar el viento, o una mirada, un perfume, un rumor... de hecho, hasta hay caricias cibernéticas, que no por "virtuales" son menos reales.
Un beso, amigo de los tonos otoñales.
Carícia.
ResponderEliminarOnírico.
Inebriantemente doce, suave...terno!
Tuas palavras são carícias em minha alma.
Bravo!!
Una esperanza cruza el puente, las orillas no quedarán tan lejos una de la otra.
ResponderEliminarPrecioso.
Besos
Sí, amiga Silvia, así es. Las caricias son muy necesarias, sobre todo para cruzar el puente de la vida. Sin ellas, en lugar de caminar por encima, vamos por debajo...
ResponderEliminarUn abrazo, estimada Rayu.
¡Sí! ¡Las chicas malas están al acecho! Jajajaja.
ResponderEliminarY yo encantado de que lo estén.
Gracias, Crystal. La verdad es que no estaba muy convencido de haberlo escrito bien. Le puse emoción, sí, pero no estaba seguro de su validez... Pero mi amiga lo ha leído, y le ha gustado. Con eso me vale.
Un abrazo, hada "mala".
Sí, amiga Liz, hay muchas clases de caricias, y todas son buenas. De hecho, no sé de nada de este mundo que sea mejor que una caricia.
ResponderEliminarAquí me refería a la caricia especial, mágica, que uno puede llegar a sentir, procedente de alguien que se ha ido...
Un beso, amiga pintora de sueños y ángeles.
Me alegra saber, Mila, que mis palabras han sido como caricias para tu alma... Nunca me habían dicho algo tan hermoso. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Virgi.
ResponderEliminarQuizá es precisamente esa caricia lo que construye el puente que une las orillas.
Besos, amiga, y a ver si encuentro tiempo para leerte, que hace ya mucho que no lo hago y seguro que me estoy perdiendo mucho bueno.
Al mirar los cristales de lluvia sobre las hojas. Al revolver un cajón una noche de insomnio. Al abrir un libro y volverlo a cerrar. Siempre siguen ahí.
ResponderEliminar(Precioso post).
De esa manera lo siento, Coco.
ResponderEliminarPuede que todo sea imaginación, sentimiento, percepción subjetiva, irrealidades que uno se inventa por necesidad, pero... de eso estamos hechos, y con eso es con lo que miramos.
Gracias por tu visita.
Hermoso todo su blog. Sensibilidad en cada texto y sublime manera de llegar a cautivar.
ResponderEliminarFelicidades. Salud y bienandanzas cubran tu caminar ahora y siempre.
ResponderEliminarGracias, Aimée.
ResponderEliminarNo había leído tu comentario hasta ahora. Se me había pasado.
Un saludo.
Lo mismo te digo, amiga Eli.
ResponderEliminarSoy un despistado, que lee los comentarios muchos meses después, jeje.
Gracias por tus buenos deseos.
Un abrazo, poeta.