"... Mas parece ser que todo sufrimiento tiene un límite. A partir del límite, o desaparece o se transforma, asume el color de la vida; acaso aún duele, pero ya el dolor es esperanza y vida. Así me ocurrió a mí con la soledad. Ahora no estoy menos solo que en mi peor época. Pero la soledad es un brebaje que ni me ha narcotizado ni puede ya dolerme; he bebido de esta copa lo bastante para haberme inmunizado contra su veneno. Pero en realidad no es veneno... lo fue, pero se ha transmutado. Veneno es todo aquello que no aceptamos, no amamos, no somos capaces de saborear con gratitud. Y todo lo que amamos, todo lo que nos sirve para extraer y sorber vida, es vida y es valor."
Hermann Hesse
(1918-1919)
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... ¿Merece la pena todo esto? Cada uno aprende su filosofía en el propio camino, con cada paso, con cada aliento, día a día, noche tras noche. Y la vida no nos enseña a morir, a escondernos en la sombra y lamentar su oscuridad. La vida nos enseña la alegría del sol y el misterio de la luna, nos muestra la mágica risa de las estrellas y la libre canción del viento. La vida camina a nuestro lado y nos susurra a cada instante su más íntimo secreto...
¡Basta ya de llorar! ¡Basta de gritar y lamentarse! No quiero ser un pobre mono que se revuelve en su jaula, un amargo payaso, un triste loco melancólico y resentido. Sólo quiero ser un hombre enamorado de su destino, un alegre caminante que sepa leer en las estrellas y encontrar su rumbo en medio de la noche.
El secreto quizá esté en saber recordar el sitio donde se encuentra ese pozo escondido en el desierto, y no olvidarlo ya nunca...
Antonio H. Martín
(Diario de un obstinado - 27 de septiembre, 1987)
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imagen: Antonio HM.
música: "Weep You No More Sad Fountains" (del film
Sense and Sensibility), por Patrick Doyle
intérprete: City of Prague Philarmonic and the Crouch End Festival Chorus
Hago mío tu deseo de "leer en las estrellas y encontrar su rumbo en medio de la noche"...
ResponderEliminarPor cierto, si encuentras "ese pozo escondido en el desierto" ¿me podrás indicar el camino? Gracias anticipadas.
Buenas propuesta musical.
Un abrazo
Ya lo decía Machado en los versos más bonitos jamás escritos: Caminante no hay camino, se hace camino al andar.
ResponderEliminarCaminar sin miedo y sin detenerse, es así como se llega a cualquier lugar por lejano que se encuentre.
Saludos
Mi eterna pelea con seguir el camino,Antonio... Y quizá el probar pequeñas dosis de esos males, nos sirva como propia medicina que nos inmuniza contra los "grandes venenos" que pudieran llegar,mientras buscamos esa mágica fuente,
ResponderEliminarBesito volado.
Me encanto leerte con la musica que nos dejas de fondo.
ResponderEliminarQuizá la mayor equivocación acerca de la soledad es que cada cual va por el mundo creyendo ser el único que la padece.
Besos
Bien, Luis Antonio.
ResponderEliminarEso lo escribí hace 24 años, y en ello sigo. Pero en esta vida, la magia es sólo ocasional. Al menos, para mí, que no soy brujo. Así que sólo a veces puedo leer en las estrellas y encontrar mi rumbo, y sólo a veces sé dónde está ese pozo. Lo demás es, pues eso, el desierto...
Un abrazo.
Hola, Begoña.
ResponderEliminarDe joven solía definirme como un caminante, y sí, eso es lo que soy. Quizá muchos lo somos.
Hay que caminar, sin miedo, aprendiendo con cada paso, para llegar al corazón de la vida.
Saludos.
Sí, Brujita, es una pelea, sin duda, pero es la pelea que más merece la pena, ¿no crees?
ResponderEliminarLa "mágica fuente" está al doblar la esquina, así que... ¡a caminar!
Abrazo volado.
Hola, Malú.
ResponderEliminarHay soledades vacías y soledades llenas de presencias. Y sí, está claro que muchos solitarios se encuentran por la calle con otros, sin sospechar que también son solitarios, y, lo que es peor, sin sospechar que quizá sería muy beneficioso para ambos pararse y conversar, es decir, encontrarse y conocerse.
Un abrazo, amiga astur, desde este país vecino.
en tu rebelión ante el dolor y el miedo se espeja cada ser humano, que aún así no ceja en su camino, en la búsqueda de la verdadera transmutación, en el esfuerzo por encontrar, por fin, aquél pozo en el desierto...
ResponderEliminarsiempre es un placer visitarte!
un beso.
La soledad puede ser muy hermosa y fructífera, y quien sabe convivir con ella, ya lleva ventaja. Claro, lo óptimo es combinarla con períodos de no-soledad, compartiendo con los demás nuestras vivencias (ya sean alegres o tristes)
ResponderEliminarSiempre se aprende algo nuevo al leer al Maestro Hermann Hesse. Lo que ahora me encantó fue esa noción de que "Veneno es todo aquello que no aceptamos, no amamos, no somos capaces de saborear con gratitud.". Está buenísimo, y lo seguiré rumiando.
Gracias, Antonio, una vez más. Feliz salida del verano y entrada paulatina en el otoño, que nos invita siempre a reflexiones de este tipo.
Un besito
Hola, Phausca.
ResponderEliminarSí, amiga, la transmutación... eso es lo que más importa. Hay quienes creemos firmemente en que ese pozo existe, y lo creemos porque alguna vez hemos estado allí, aunque sea en sueños...
Un abrazo.
Muchas gracias, amiga Liz.
ResponderEliminarHay momentos de soledad, y momentos de contacto. La vida, como el mar, como el viento, siempre se mueve.
Los solitarios solemos saber convivir con ella, con la soledad, porque para nosotros está llena de presencias. Y no es para nosotros un veneno, sino una compañía. Aunque hay momentos, lógicamente, en que necesitamos otra cosa...
¡Feliz otoño, amiga pintora de sueños!