Hay veces en que la vida te mueve hacia determinados lugares, te empuja, te lleva y te coloca en ellos... Son lugares conocidos, o no, que nos gustan o no, pero la vida es tajante y te obliga a permanecer allí. El por qué de eso la vida lo sabrá...
Ante situaciones así, que pueden ser externas o internas, uno sólo puede dejarse llevar, porque es la vida la que tiene el poder.
¿Qué puede hacer una brizna de hierba ante la fuerza del viento?
Algo así me ha ocurrido últimamente, y ante esta situación mi respuesta ha sido la ausencia... No por no querer estar en este sitio, en este cuaderno que considero mi casa, sino por no poder. Digamos que el viento soplaba en otra dirección y uno pesa demasiado poco como para resistirse a su fuerza.
Lo único que he podido hacer es pararme a mirar. Una parte de mí se ha sentado en un banco solitario frente a la imagen del infinito y ha observado lo que pasaba, con admiración, con temor, con asombro, con respeto, y sin poder hacer nada más, sólo mirar.
No podía entrar aquí porque no tenía voz...
Pero esa situación ya ha pasado. El viento amainó y me dejó libre para volver a mi casa. Y aquí estoy, ante vosotros, con vosotros, mis amigos invisibles.
Todo esto suena como muy tremendo, pero sólo es mi forma de escribir. Yo es que suelo tomarme la vida muy en serio, sobre todo cuando la vida me toma en serio a mí, aunque afortunadamente también sé ver el lado gracioso de las cosas, y ese lado anda muy cerca de lo mágico. Creo que lo he dicho ya más de una vez: para mí la vida es magia o no es.
Cuando estaba sentado en ese banco, entre grandes piedras, vientos y nubes, llegué a escuchar una voz que surgía de alguna parte, entre el silencio luminoso de aquel desierto, quizá de alguna nube, de la hierba, o quizá del mismo aire, y esa voz decía... "Deja que el tiempo sea y sé tú con el tiempo"...
Lo que eso quiera decir sólo el viento lo sabe, sólo la magia lo comprende. La única opción válida, la única libertad, es seguir el camino. Todo lo demás no importa.
He vuelto a casa.
Antonio H. Martín
(6 de Mayo, 2009)
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tema: So long ago, so clear
álbum: Heaven and Hell
música: Vangelis
voz: Jon Anderson
Hola, amigos.
ResponderEliminarCon esta entrada intento dar una explicación de mi ausencia de estos días. Ya sé que en realidad no explico nada, porque hay cosas que es muy difícil explicar... No quiero añadir ahora misterio al asunto, porque además no lo tiene. Se trata de algo bien simple, lo que pasa es que uno es complejo por naturaleza y a todo le busca las vueltas.
Una pregunta: ¿Qué ha pasado con la amiga Esther Pino?
He visto en mi lista que tenía una entrada con el título de "Fin" en su blog de Bajo las Estrellas, pero no he podido leerla porque ha eliminado el blog...
Si sabeis algo, por favor, decídmelo. Para saber si está bien.
Un abrazo.
¡Feliz regreso Antonio!... Recompuesta tu figura, el ánima recolocada...Un amigo regresa y resulta una fiesta para aquellos que esperamos el regreso...Son muy necesarios los "retiros" para reconocernos, nos solemos perder por los vericuetos del alma y solo encerandonos allí podemos reencontral el camino y recuperar la voz...El verbo calla cuando el alma se duele...
ResponderEliminarUn besito volado con mi alegria por tu propio reencuentro y tu vuelta a casa.
Pues qué bueno que el viento te ha traído nuevamente a este mundo..
ResponderEliminar"¿Qué puede hacer una brizna de hierba ante la fuerza del viento?"...
La vida fluye.. incesantemente. Y me parece que no nos deja más opción que fluir con ella. Claro que podemos resistirnos pero me temo que acabaremos llegando al mismo punto al que la vida pretendía llevarnos, solo que un poco maltrechos, o en un poco más de tiempo...
Aún así, la decisión es nuestra ;)
Dices que no es nada grave y que la seriedad del asunto se debe a tu incorregible dramatismo jeje... Así lo espero, querido Antonio.. Y si por un acaso necesitas una lucecita en el camino, ya sabes que puedo hacer brillar tooodas las estrellas de mi noche para ti ;)
Me alegro mucho con tu regreso. A todos nos azotan los vientos huracanados de vez en cuando ;) Y algo me dice que siempre son oportunos, aunque no lo comprendamos mientras estamos en el ojo del huracán ;)
Te dejo un abrazo inmenso, con el cariño de siempre, inconmovible, ese sí, a la fuerza de cualquier viento ;)
besos!!
Gracias, Brujita.
ResponderEliminarSí, ya estoy más o menos "recolocado". La verdad es que no ha sido exactamente un retiro, sino un cambio de sitio forzado. Pero es cierto que de alguna manera esa fuerza, ese viento me había "retirado", jeje.
Sólo permíteme decirte que no estoy de acuerdo con eso de que "el verbo calla cuando el alma se duele". La frase suena muy bien, pero sí te fijas verás que las mejores palabras, las mejores obras han salido casi siempre del dolor. El que está a gusto, el que se siente feliz escribe poco o no escribe nada.
No siente la necesidad de hacerlo o tiene otras muchas cosas que hacer que le interesan más. Creo que el que escribe lo hace porque tiene (o ha tenido) un dolor en el alma, algo que le "hiere" por dentro. En caso contrario es mucho mejor dedicarse a..., no sé, jugar a las cartas, montar en moto o ver un partido.
Entiendo, a pesar de mi comentario, lo que quieres decir... Cuando el alma se duele calla una parte del verbo, la parte alegre.
Gracias de nuevo, Brujita, por tu visita y la agradable bienvenida que me brindas.
Un beso grande y volador.
¡Hola, Isis!
ResponderEliminarAsí es uno, "un viajero del viento". La vida me lleva y me trae a su antojo, pero creo que es así como debe ser.
Como bien dices, la decisión es nuestra, pero es una decisión sin futuro. O vas donde la vida te quiere llevar, o te resistes y terminas rompiéndote como una rama vieja.
Es decir, es una decisión cerrada: si no se elige la vida sólo queda elegir la muerte. Yo prefiero irme con la primera, que es más guapa.
Un abrazo, amiga, y que el viento nos lleve donde quiera...
Buen regreso Antonio! Ya sos nuevamente "casa y camino".
ResponderEliminarMil besos!
pd:Esther firmó mi entrada del 4 de mayo, y ayer, me enontré con su "Fin".Nada sé de ella.
¡Hola, Silvia!
ResponderEliminarSí ya vuelvo a ser "casa y camino", al menos de momento, que con esto de los vientos nunca se sabe...
Gracias por tu recibimiento, amiga de lavanda, jazmín y canela.
Un fuerte abrazo.
Pd.- Espero que la amiga Esther nos diga algo, por lo menos para saber que está bien de salud.
Yo he hecho dos paradas en tres años y me ha venido muy bien...la letra y la mirada se renuevan.
ResponderEliminarBienvenido a tu casa y a nosotros, Antonio.
Un abrazo muy grande!
Gracias, Lena.
ResponderEliminarYa digo que no ha sido una parada voluntaria, pero bueno, espero que haya servido de algo. Ya lo veremos...
Un abrazo.
Antonio querido:
ResponderEliminarMe alegro tanto de verte de nuevo... pero me apena que estés pasando por estos escollos. La vida se encarga de administrarnos, aveces, reveses o aparentes golpes que nos sacan de nuestro centro "ordinario" o conocido.
Pero, aunque en un primer momento lo vemos como insalvable, es porque estamos en el ojo del huracán. El TIEMPO se encarga de ayudarnos a ver las cosas con mayor distancia y objetividad.
Y siempre, creo yo, es para crecer.
Bienvenido a bordo de nuevo, amigo de sentires, de hablares y escribires, y de sueños.
Besos llenos de cariño para ti.
bienvenido en tu vuelta a casase te echaba de menos, el tiempo es el testigo de todo,espero que el viento soplase con suavidad
ResponderEliminarUn abrazo estimado amigo
Hola Antonio, hoy de pronto me acordé que hacía días que no nos habíamos cruzado por esos "bytes" de Dios y he venido aposta... qué decirte amigo? debe ser propio del tiempo o no sé, porque me sucede más o menos lo mismo, me planteé un espacio sabático y al instante algo me decía que no... de momento sigo en pantalla pero no creas, resulta difícil tener esos espacios de vacío.
ResponderEliminarMe alegra tu vuelta, me alegra tu comunicación y espero que las "musas", la magia, la noche... o la misma vida nos inspire.
Besos amigo Antonio y bienhallado de nuevo.
Querido Antonio: La verdad es que se te echaba de menos. Yo también estuve de viaje y me senté en algunos bancos a mirar el infinito. Yo también me tomo la vida muy en serio, aunque nunca me he detenido a pensar si ella me toma en serio a mi. Creo que reflexionaré sobre ello. Sólo se me ocurre darte la bienvenida a tu propia casa. Me alegra tu vuelta.
ResponderEliminarRespecto a Esther Pino, es curioso, porque precisamente hoy le decía a una amiga que te preguntaría por ella a ti. No he leído a todos tus comentaristas y tal vez te hayan respondido, pero yo sólo puedo decirte que tuve tiempo de leer su última entrada. El título no auguraba nada bueno. Era un poema sobre la mirada al ifinito pero desde un precipicio y no desde un banco. Y luego se dejó caer y la tragaron las olas. FIN. Después desapareció. Quiero pensar, porque la conozco más por ser fiel a tu cuaderno que por el suyo propio, que su poema era una de esas metáforas sin duda sobre un momento de la vida, sobre una sensación parecida a la que más de uno hemos experimentado. Yo me fui de viaje en un tren que resultó ser de feria al final. En fin Antonio...que me he alargado demasiado. Tengo que aprender a no dar tanto rodeos (como dice la canción).
Espero que pronto volvamos a contar con la presencia de Esther en tu blog y ojalá en el suyo.
Un abrazo
Qué bien que has podido regresar,
ResponderEliminaruna brizna de hierba frente al viento,
pues según como sea el viento, la hierba es muy frágil pero no suele ser arrancada...
Echaba de menos palabras nuevas en este cuaderno nocturno.
Un abrazo grande.
Rebienhallado, Antonio. Estoy de acuerdo con los otros comentarios. Es muy saludable eso de irse y volver, para volver a irse y volver a volver. Sea por buena o mala suerte. (La fortuna y la desgracia siempre andan de la mano). Mala cosa es intentar ir contra el tiempo. Uno deja de ser. Saludos.
ResponderEliminarMe alegra verte otra vez entre nosotros. También entiendo tu pequeño 'retiro'. Creo que debemos dar lo que podemos a este bonito mundo virtual, sin presionarnos demasiado, y a veces, la vida nos demanda más tiempo para ella verdad? Un amigo solía decirme 'cuando no sepas qué hacer, simplemente no hagas nada, solo deja pasar el tiempo' Un abrazo Antonio.
ResponderEliminarLa caminante descalza se preguntaba ¿qué será de nuestro buen amigo Antonio?...
ResponderEliminarConcuerdo, hay momentos en que sentimos la necesidad de adentrarnos en la cuevita, esa que se dibuja de entre las altas montañas del alma que habitamos.
Del silencio nace todo, la música,la calma, la inspiración incluso las palabras.
Feliz de que el paseante esté de regreso en casa.
Un abrazo ')
Qué texto más lindo has escrito, mereció la pena esperar. Yo tampoco concibo la vida sin la magia, a veces la he perdido y me he sentido tan sola y vulnerable que ahora cuando veo que quiere irse la agarro con todas mis fuerzas.
ResponderEliminarBienvenido a tu casa amigo.
Un gran beso Antonio.
Otra cosa, estoy contigo en lo que dices a Brujita....Creo que el que escribe lo hace porque tiene (o ha tenido) un dolor en el alma, algo que le "hiere" por dentro...
ResponderEliminarLas ausencias sorprenden y a la ves asustan, quizas por pensar en que ese amigo a la distancia y virtual, no esta, nos deja y preocupa; se está dando muy seguido esto de desaparecer, tomarce un tiempo, descanzar que para nada esta mal! pero se extrañan!!.
ResponderEliminarUn gran beso y me alegra que este bien y de vuelta!!
Te entiendo perfectamente, Antonio.
ResponderEliminarEs mejor permanecer lejano, tomar distancia y volver a lo rutinario, para no perder nuestro equilibrio. Yo estoy en un punto algo parecido.
Celebro tu regreso.
Un abrazo grande.
Pues mira tú, que vas a tener que volver a la fuerza, porque no sé si el equipo de blogger podrá lidiar con la batalla que ahora comienza, porque verás, mi querido polemista, yo he leído el último post, como no entendía nada, he bajado a este, y he vuelto a subir y comentar el último...pero...después he leído a Cristal y he visto que le respondías a Brujita, que el que escribe es porque tiene o ha tenido un mal... y no, no estoy de acuerdo. Entonces he vuelto a bajar a este post, a leer el comentario de Brujita y tu respuesta... A ver, a ver, yo cuando estoy mal, no puedo escribir, porque estoy mal y me regodeo en ello y ni las chocolatinas (bueno, las chocolatinas tal vez un poquito), me quitan mi mal. Cuando estoy bien, puedo escribir sobre mi mal...pero cuando estoy bien, o sobre cosas divertidas. Hay quien dice que tengo un estilo naif, al principio me molestaba, ahora no, porque si escribiera sobre los problemas en el trabajo, sobre la negociación de mi alquiler con el usurero del administrador, sobre lo "bien" que funcionan los transportes públicos...me cortaba las venas, así, es que, mi inconsciente que es muy sabio, escribe naif y con más finales felices que tristes...qué le haremos...
ResponderEliminarBueno, pues a lo que iba, hace poco en un seminario sobre cómo liberar emociones negativas (me vino como anillo al dedo porque de veras que iba a matar al administrador), nos dijeron que los que hacían algún tipo de actividad artística (pintura, cerámica, escritura, música), liberaraban a través de ésta muchas emociones, sin embargo, había dos tipos de artistas, los que eran pura emoción (Picasso), y cuando les pasaba algo llenaban lienzos y lienzos y los que pasada la tempestad y en equilibrio se ponían a escribir o pintar, y que contrariamente a lo que pensaba la gente éstos últimos eran más interesantes ya que hacian surgir del YO más antiguo todo lo NUEVO.
¡Elé! A que ya tenemos la polémica servida...
Un besote canallita...
Qurido Antonio: Un amigo, muy querido, me dijo en una ocasión:" Precioso poema el que sale de la mano del doliente...pena que para alcanzar esa cumbre nos tengan que haber roto previamente el corazón"...a lo que yo le añadí: "La poesía es el lenguaje de los sentimientos, sin ella el alma se quedaría muda" con lo cual ,en efecto, ambos te damos la razón...Pero la comunicación es otra cosa , esa es la que considero que suele faltar ...
ResponderEliminarBesitos volados mil.