Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







martes, 7 de octubre de 2008

El poder de la música



Esta noche he vuelto a descubrir algo que tenía olvidado: el poder positivo de la música; el otro, el negativo, lo sufro a diario gracias a una gente rarísima que confunde la música con el ruido, y que si tuviera en sus manos un violín lo usaría para marcar el ritmo golpeándolo contra una mesa.

Y este descubrimiento, este afortunado reencuentro me ha venido de la mano de Michael Nyman. Su música puede parecer quizá al principio demasiado simplista, pobre y reiterativa (de hecho, es música minimalista), pero hay que volver a escucharla con atención y darse cuenta de que está llena de vida. No soy un experto musical para explicar los detalles de sus evoluciones sonoras, sólo puedo decir algo tan sencillo como que su música me agarra y me levanta del suelo.

Escuchar, por ejemplo, su tema ‘Dreams of a Journey’ significa para mí ponerme directamente de viaje, un viaje alegre e intenso; y su ‘Abandoning’ me empieza hiriendo con un frío aire de melancolía, de un dolor resignado y oscuro, para al final regalarme una inesperada paz, un retorno de lo bueno, una amable sonrisa que no sé de donde viene ni por qué pero tiene la virtud de voltearme el corazón, y todo esto en sólo tres minutos y medio. También está ‘Trysting Fields’, que es como el sonido de agua rota de la súplica, del ruego temeroso, que parece decir “no te vayas... no me dejes solo...”, para acabar rozando la desesperación y el vacío.

Pero no podía terminar con ese tema, necesitaba algo positivo, favorable, vital, y lo he encontrado en ‘The Promise’ (el tema principal, creo, de la película El Piano). Una veloz carrera a caballo en busca del paraíso, una clara esperanza brillando en la mirada, un fuego interior que empuja hacia adelante con fuerza, porque tiene la certeza de que más allá del horizonte que ahora ve está el final del desierto y el principio de su sueño...

Pequeños tesoros como estos tiene el lado positivo de la música, y en esta bendita hora los he encontrado de nuevo, después de mucho tiempo de ruido y silencio. El pájaro de la emoción me ha visitado esta noche.


AHM.
(6 de octubre, 2008)

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Comparto plenamente tu tesitura emocional al oir a Nyman pues recientemente yo lo he vuelto ha reencontrar.
    Te sugiero que oigas el Impromptu for 12 fingers de la banda sonora de Gataca y para terminar la maravillosa cancion del cuarteto de violin Balanescu,"Butterflies" del albun "Angels & insects".
    Estoy segura que te hara volar.

    ResponderEliminar