Tranquila, amiga Cristal, que con "oeste" no me estaba refiriendo a tu tierra.
En cuanto a mi "pájaro del sueño"... lo ví hace cosa de un mes (espléndido, del color de la magia) y quizá lo vuelva a ver cualquier otro día. Esto de la magia siempre es imprevisible, no tiene fechas concretas, pero sucede de vez en cuando, eso es muy cierto.
Gracias por tus buenos deseos. Ojalá sea así, y todo brille y nada se tuerza.
Pues mira nomás, Antonio, qué cosas tan interesantes me encontré con referencia a este punto cardinal que señalas: Oeste El nombre Oeste proviene del inglés "west", el cual deriva de la palabra westar alto alemán antiguo que está posiblemente relacionado con el término latino vesper que significa "tarde" y que está emparentado con el griego hesperos cuyo significado es el mismo.
En el Antiguo Egipto se consideraba el oeste como el punto de entrada al inframundo1 (Duat), de la misma forma los Aztecas tenían la creencia de que el Oeste era el dios del maíz y del agua. En la literatura estadounidense el oeste, más puntualmente ir al oeste, viene a significar que se va a la libertad (un ejemplo es la novela El gran Gatsby). Este significado puede venir de la época de colonización del país en el que frecuentemente se desplazaba gente con ese sentido con la intención de vivir una vida mejor. En las historias del filólogo y escritor británico J. R. R. Tolkien (El Silmarillion, El Señor de los Anillos...), hacia el Oeste se encuentra Valinor, la tierra de los valar, de esta forma es varias veces nombrada como lugar de descanso y salvación, pero sólo para unos pocos. Sólo los elfos que siguieron el llamado de Oromë tienen permitido ir.
Recuerdo que don Juan Matus, el maestro de Castaneda, decía que en el Oeste estaba "la raja entre los mundos", que viene a significar que allí se encuentra la puerta de acceso a la magia. Y en la novela de Lynn V. Andrews, "El vuelo de la séptima luna", donde narra sus experiencias con las mujeres chamanes de Canadá, se encuentran estas frases, referentes al Oeste: -En el comienzo del oeste, entonamos el canto sagrado. Danzamos con nuestra intuición. Es el camino de la calabaza. Somos portadoras del Escudo del Sueño.
Personalmente, añado que desde siempre ha sido el punto cardinal que más me atrae. Tanto es así, que hasta siento que de allí vengo..., y, por supuesto, allí es a donde debo ir siempre que necesito reorientar mi vida y mi sentimiento. Así como es también el destino de mi viaje final.
Oiga, Sr. Druida, no dé vd. ideas, que se va a poner mi tierra a "reventá". Que con la que está cayendo...
ResponderEliminarEn fin! le deseo que todo brille y nada se tuerza para que por fin aparezca su deseado "pajáro del sueño".
Pues eso, y un abrazo.
¡Jejejeje!
ResponderEliminarTranquila, amiga Cristal, que con "oeste" no me estaba refiriendo a tu tierra.
En cuanto a mi "pájaro del sueño"... lo ví hace cosa de un mes (espléndido, del color de la magia) y quizá lo vuelva a ver cualquier otro día. Esto de la magia siempre es imprevisible, no tiene fechas concretas, pero sucede de vez en cuando, eso es muy cierto.
Gracias por tus buenos deseos. Ojalá sea así, y todo brille y nada se tuerza.
Un abrazo, hada de NuncaJamás.
Pues sí.. De que la magia sucede, sucede.. En cualquier dirección** solo que a veces, como dices, es preciso ir en su busca =D
ResponderEliminarbesoos!
Pues mira nomás, Antonio, qué cosas tan interesantes me encontré con referencia a este punto cardinal que señalas:
ResponderEliminarOeste
El nombre Oeste proviene del inglés "west", el cual deriva de la palabra westar alto alemán antiguo que está posiblemente relacionado con el término latino vesper que significa "tarde" y que está emparentado con el griego hesperos cuyo significado es el mismo.
En el Antiguo Egipto se consideraba el oeste como el punto de entrada al inframundo1 (Duat), de la misma forma los Aztecas tenían la creencia de que el Oeste era el dios del maíz y del agua.
En la literatura estadounidense el oeste, más puntualmente ir al oeste, viene a significar que se va a la libertad (un ejemplo es la novela El gran Gatsby). Este significado puede venir de la época de colonización del país en el que frecuentemente se desplazaba gente con ese sentido con la intención de vivir una vida mejor.
En las historias del filólogo y escritor británico J. R. R. Tolkien (El Silmarillion, El Señor de los Anillos...), hacia el Oeste se encuentra Valinor, la tierra de los valar, de esta forma es varias veces nombrada como lugar de descanso y salvación, pero sólo para unos pocos. Sólo los elfos que siguieron el llamado de Oromë tienen permitido ir.
O sea, que todo hace sentido. ¡Felicidades!
Afortunadamente, así es, amiga Isis.
ResponderEliminarPero ocurre también eso, que si no viene hay que ir a buscarla. Y el oeste me parece el mejor de los rumbos.
Besos, maga.
¡Muchas gracias, Liz!
ResponderEliminarRecuerdo que don Juan Matus, el maestro de Castaneda, decía que en el Oeste estaba "la raja entre los mundos", que viene a significar que allí se encuentra la puerta de acceso a la magia.
Y en la novela de Lynn V. Andrews, "El vuelo de la séptima luna", donde narra sus experiencias con las mujeres chamanes de Canadá, se encuentran estas frases, referentes al Oeste:
-En el comienzo del oeste, entonamos el canto sagrado. Danzamos con nuestra intuición. Es el camino de la calabaza. Somos portadoras del Escudo del Sueño.
Personalmente, añado que desde siempre ha sido el punto cardinal que más me atrae. Tanto es así, que hasta siento que de allí vengo..., y, por supuesto, allí es a donde debo ir siempre que necesito reorientar mi vida y mi sentimiento. Así como es también el destino de mi viaje final.
No puedo saber por qué, pero el Oeste me llama...
Un abrazo, Pintora de Sueños.