
"Es como si todo se encontrara quieto. No hay movimiento, ni agitación, sólo completa vacuidad de todo pensar, de todo ver. No existe un intérprete que traduzca, que observe, que censure. Es una inmensurable vastedad totalmente quieta y silenciosa. No hay espacio, ni hay tiempo para cubrir ese espacio. Están aquí el principio y el fin de todas las cosas. Realmente, nada hay que pueda decirse acerca de ello."
Jiddu Krishnamurti("Diario", 1961)
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A las anteriores palabras del maestro
Krishnaji añado ahora estos versos suyos:
Aquel que atrapa para sí una alegría
destruye la alada vida;
pero el que besa la alegría mientras vuela
vive en el amanecer de la eternidad. Y todo esto me trae a la memoria un viejo deseo: el de encontrar lo que llamo "la laguna de silencio". Un lugar difícil de hallar, pero que existe, sin duda alguna. Es un lugar donde la mente se remansa, donde la mente se silencia, donde el pensamiento se calla, y también el sentimiento. Un lugar en el que sólo hay silencio y vacío, pero un silencio lleno de música y un vacío lleno de vida. La laguna de silencio es un sitio que hay que visitar, un lugar necesario, que nos cura el alma y nos hace ver lo que hay que ver.
En esa laguna, todo está en su sitio, todo está en orden. Los conflictos se disuelven como agua de lluvia, y todo es claro, diáfano, transparente. En esa laguna uno puede encontrar el brillo que había perdido y la voz que anhelaba, el abrazo y el beso, la sonrisa y la alegría de ser.
Esa laguna es el mejor de los sitios, es la fuente de la que hay que beber.
Antoine de Saint-Exupéry mencionaba en su "Principito" que había un pozo escondido en el desierto... Pues algo así es a lo que me refiero. En la laguna de silencio está el néctar, la ambrosía, el jugo de un sentir distinto, el zumo de un mirar diferente, más abierto, más vasto, en el que el ser concreto se disuelve para ser más.
He visitado algunas veces esa laguna, y siempre he encontrado en ella el agua de la vida, y el aire de la certeza. Allí, en esa laguna, se junta el horizonte con la mirada...
AHM.