Es normal que por estas fechas pronunciemos el nombre de nuestros deseos más íntimos, en voz alta, en susurros o en silencio, mientras alzamos nuestra copa sobre la mesa abundante y miramos con ojos encendidos, a nuestros amigos o directamente a las estrellas... Es una vieja costumbre.
Los deseos son esos pequeños cometas que salen de viaje en busca de un destino, con la promesa de volver con el tesoro nombrado. Aunque la vida y el mundo son tan complicados que la mayoría de las veces no vuelven, porque no hallan su objetivo o porque se pierden en el vacio y no encuentran el camino de regreso.
Yo ya dejé ese hábito, lo que no quiere decir que no tenga deseos, pero los expreso siempre en fechas intempestivas, si es que llego a hacerlo, no en fechas "señaladas". Para mí el calendario es sólo un papel pegado en la pared.
Aun así quiero desde aquí dejar constancia de que me sumo a todos los buenos deseos que hayais tenido para este nuevo año. Este es mi deseo: que los vuestros se cumplan, que los cometas vuelvan con su tesoro. Que donde ahora hay una sombra de duda, un vacío o una pena, mañana brille una sonrisa, y que sea un mañana muy cercano.
Ya sé que es sólo una intención, un débil y minúsculo cometa, con poquita fuerza... Pero es sincero.
Un abrazo para todos, y que tengais un feliz, intenso, profundo y
vivo año nuevo.
AM.
(1 de enero, 2010)
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- vídeo: George Melies
- música: Luigi Rubino
Pues por una vez y sin que sirva de precedente... jeje! llego la primera hasta tus letras.
ResponderEliminarSssshhhh, que nadie oiga tus deseos amigo... vaya a ser que se desvanezcan en un mal viento y no encuentren el camino adecuado de la consumación.
Tampoco creo yo mucho en el calendario y las fechas señaladas y sin embargo aquí andamos hablando de ello.
¿Sabes?, es que en el fondo siempre es tiempo de formular deseos, pero sólo si son sinceros y realmente estamos dispuestos a asumir que se cumplan...
Ese es el reto.
Desde aquí te deseo a ti y también a todos los que aquí se acercan a acompañarte, que consigáis todos vuestros afanes y anhelos sean los que sean. Y que ello os haga todo lo felices que esperabáis mientras los soñasteis...
De nuevo un abrazo Antonio.
Según ha ido pasando el tiempo he ido soltando mis deseos y sueños con mucha precaución, debe ser que he perdido más de la cuenta y ahora, aunque alguno se quede por el camino, siendo cauta me aseguro algún resultado positivo.
ResponderEliminarMe uno a ese deseo tuyo de que se cumplan los deseos de los demás, Antonio.
La entrada anterior es preciosa, todas lo son, pero esa despedida al año que se ha ido me ha llegado de forma especial.
Un beso y un deseo ;) poder seguir viniendo a leer y a disfrutar durante años y años.
¡Hombre, Cristal! ¡bienvenida! Es cierto, nunca habías sido aquí la primera.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo: los deseos hay que tomarlos en serio y quererlos de verdad, porque si no es que no son auténticos deseos, sino palabras vanas que se dicen sin sentir.
Pienso que el reto está en algo muy difícil, que casi nadie se atreve a hacer: desear algo por encima de todo, tanto que si no se consigue no se quiere otra cosa.
Recuerdo, una vez más, las palabras del tío Hermann: "me juré a mí mismo que sería escritor o no sería nada".
Lo malo es que los humanos, por lo general, solemos ser demasiado tibios en nuestras vidas, incluso a la hora de desear.
Gracias por tus buenos deseos, amiga. Quizá entre chispa y chispa se consiga algo positivo.
Un abrazo.
Hola, Luisa.
ResponderEliminarAsí que a los deseos hay que soltarlos poquito a poco... Me parece bien. Así no sólo llevamos mejor la cuenta sino que cada uno de ellos llevará una mayor cantidad de energía.
Me alegra saber que te ha gustado la anterior entrada de despedida. Es que el 2009 ha tenido cosas buenas, al menos para mí, como por ejemplo conoceros a vosotros.
Y por lo demás no te preocupes: estaremos todos por aquí mientras podamos. Y cuando no podamos "haremos un poder", como decía alguien cuyo nombre no recuerdo ahora.
Un beso, amiga poeta, y buen año nuevo.
Qué deseo tan generoso el que nos dejas Antonio...
ResponderEliminarMira la coincidencia: en un nick escribí: "make a wish....." Y si he de serte totalmente sincera, no lo hice por la fecha...
Sino por la emoción que siente uno de gritar al infinito sus anhelos, en especial cuando hay una luna tan llena que parece entrar por tus ojos para derramarse en un río de luz por todos tus sentidos.
Coincidiendo con mi querida Cristal, siempre he sentido que los deseos no son esos descabellados propósitos para los que uno sabe que no tiene voluntad de llevar a cabo.. Para mí siempre han sido como promesas, no al viento, no.. Sino a nuestro propio interior. Por eso no los formulo como: "para este año quiero tal cosa" sino como un decreto, sabiendo el infinito poder que tiene la palabra..
Y así, deseo, para ti, la luz del sol, la claridad de la luna, la música de la lluvia, el canto de las estrellas... Deseo que te acompañen en este año, mi querido amigo... Deseo que cada instante sea un despertar...
Y así, con el infinito poder que tiene la palabra, elevo a los cielos mis deseos, que son como plegarias, que son como promesas de mantener los ojos, los ojos del alma, siempre abiertos...
Cueste lo que cueste ;)
Y si acaso llegaran momentos en que los cerremos, saber que con cada nuevo amanecer llega el eco de esa promesa. Y la posibilidad de cumplirla.
Mi cariño inmenso para ti amigo...
¡Te deseo lo mejor para este año que comienza! y para mí, que el tiempo me permita detenerme con más fercuencia en este blog que es apasionante. ¡Saludos!
ResponderEliminarCuando noches tejedoras, atizan sed en la roca, píerden su efímera ropa, derramadas sobre olas.
ResponderEliminarSon los deseos las escobas, en que la magia retorna, embrujando con aromas, los jardínes que aún no brotan.
Y que tu mano creadora, siga encontrando las formas, de hilar en larvas canoras, las alas de mariposas...
En tu oasis se hidrata el cielo errante, que sin dejar de moverse, detiene nuestra zozobra. Gracias Antonio por romper la campana de cristal con un brindis que desnuda los ojos del gira-sol.
Tu voz es una recompensa, un deseo cumpliéndose en todos nosotro(a)s y al resto de la colmena, les deseo igualmente, dulces vuelos siempre.
Elizabeth.
Querido Antonio,
ResponderEliminarDe hecho si miramos a nuestros amigos o directamente a las estrellas no deja de ser lo mismo, somos parte de esta misma materia. Y tus deseos relucen con luz propia y a la vez con el fulgor que emana de todos y con esto se hace fuerte. Lo recibo con el corazón y los brazos abiertos y me invade este calorcillo que inunda el pecho cuando percibimos el afecto.
Un beso
PD. Donde creamos el tiempo hay estrellas que resplandecen para ti y para todos los que han venido o vengan (y también para los que pasaron de largo ;))
fuera de fecha te abrazo fuerte y con deseos de que sigas en el camino.
ResponderEliminariluminás el nuestro con tu luz oblicua.
mil besos*
Antonio:
ResponderEliminarPues yo sí suelo enunciar deseos en estas fechas, y también propósitos más concretos.
Por ejemplo, ahora pongo aqui lo que deseo para ti: paz, salud, alegría y tranquilidad, creatividad y amor. En una palabra, abundancia de todo lo bueno y sabroso.
Como Luisa, prefiero ser cautelosa en mis deseos, porque dicen por ahí: "Cuidado con tu deseos, porque se pueden hacer realidad...".
Curioso enfoque, ¿verdad?
Un abrazo
La "oscuridad" va más lejos de un color, un piercing, o una vestimenta, eso lo sabemos todos.
ResponderEliminarPero hay otra oscuridad, latente, que se difunde cual malla prieta y asfixiante por entre circuvalaciones de materia gris. Entonces, la persona -que ya no es tal persona-,se transforma en otro ente oscuro, oscuro, muy oscuro...
Un abrazo, y Feliz Año, Antonio.
Montse.
Si, probablemente lo sea
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