Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







sábado, 4 de octubre de 2014

Más allá del circo...




«Hay un punto de sabiduría más allá de los conflictos de ilusión y verdad, gracias al cual las vidas pueden volver a unirse.»

Joseph Campbell


    De joven tenía el deseo de comprarme una cámara réflex con teleobjetivo, con la intención de hacer cierta clase de fotografías. Después de mirar a los diversos horizontes con unos recién adquiridos prismáticos, me parecía que con esa cámara podría captar imágenes impresionantes, casi maravillosas, del mundo en que vivimos. Imágenes que darían una visión diferente de este mundo. No llegué nunca a tener esa cámara, pero me quedó la aficción de mirar a los paisajes por encima de los bajos niveles de la realidad. Con nada que suba un poco la vista, pensaba, veo una dimensión mucho más bella e interesante del mundo; y esa visión es la que de verdad me atrae. No es por eso por lo que soy un amante de alturas y lejanías, pero he de reconocer que aquellos prismáticos me acercaron a una estética más acorde con mis más íntimos anhelos. 
    Ayer, en uno de mis habituales paseos por el pueblo, oí que se acercaba un vehículo por detrás con la música a todo volumen. Una música de pachanga, fiestera. Y pensé que, siendo viernes, se trataría de uno de esos jóvenes que van por ahí circulando con su "pam-pam, bum-bum, chunda-chunda", que es el ruido que se lleva ahora, y que parece ser su seña de identidad. Con ella van pregonando que son felices, que les encanta el mundo tal como es, que tienen dinero, que son muy majos y que buscan mujer y diversión... En fin, un idiota más. Pero cuando el vehículo me sobrepasó, después de abrirse el semáforo, vi que se trataba de un camión, y no de uno cualquiera sino del que iba promocionando la función de circo que se iba a celebrar el día siguiente. El remolque se componía de un par de jaulas, y en ellas había dos tigres... Dos hermosos tigres, presos, encerrados y privados de su vida natural. Condenados por el ser humano a servir de distracción, a rellenar el tiempo vacío de la gente normal, profundamente aburrida, que necesita continuamente de estímulos y diversiones. Porque si no se ahogan en su propia miseria... 
    Me dolió la imagen. ¿A dónde va este mundo? ¿Qué es este mundo? La imagen no era nueva, en absoluto, pero uno nunca se acostumbra a esos bajos niveles de realidad, así pasen cien años. Hay cosas que rechinan, que triscan y crujen brutalmente para ciertas sensibilidades, y la mía es de esas. ¿Qué se puede hacer? No se me ocurre ahora nada. Excepto seguir buceando en los libros, mirar con afecto al cielo del atardecer, a la luna y las estrellas, y perderme después en los buenos sueños. Pasillos y galerías con encanto que nos hablan de otros niveles de la realidad, aunque rocen o incluso entren de lleno en la fantasía. Y quizá, algún día, me compre por fin esa cámara con teleobjetivo. Más que nada, para tener recuerdos visibles de esos otros niveles. Para no olvidar nunca que existen y que gracias a ellos podemos tener la sensación de que, a pesar de todo, este mundo merece la pena. 
    Coincide además que hoy es la onomástica de Francisco de Asís, e imagino que a él, como a mí, le gustaría liberar a esos pobres tigres y devolverles su dignidad natural. ¿Qué sería entonces del circo? No tengo ni idea, pero estoy convencido de que el valor de la vida y del mundo pasa ineludiblemente por cruzar primero una frontera, la que va más allá del circo... 


A. H. Martín 
(4 de octubre, 2014) 

       

9 comentarios:

  1. Campbell, otro referente de antaño.
    Bien cierto lo que expones y la forma de hacerlo. En ciertos momentos parece que hay que blindarse para sobrevivir, pero a ciertas alturas, cumplidas ciertas labores vitales, me preguntó hasta que punto merece la pena.
    Esos tigres somos todos, los delfines son adiestrados matandoles de hambre .....y así con casi todo lo demás.

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    1. Hola, MJ.
      Pues yo sin embargo he conocido a Joseph Campbell hace poco, por su relación con el pensamiento de Jung. A Campbell y también, por el mismo motivo, a Heinrich Zimmer. Y me alegro de haberlo hecho.
      Blindarse no sé, pero al menos intentar apreciar esos otros niveles más elevados de realidad, porque si no... demasiada sociedad-suciedad puede ahogarnos.
      Está claro que somos muchos los que nos ponemos de parte de tigres y delfines, pero que, no obstante, siempre seremos una minoría en comparación con la vastedad de la masa. Desgraciadamente, es así. Aunque, por supuesto, esa grave inclinación de la balanza no nos va a hacer cambiar.

      Saludos.

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  2. ¡Ojalá existiese esa cámara. que sólo registrara las cosas buenas, libres, limpias y bellas! Yo creo que ni aún la más sofisticada lo podría lograr (sólo mediante editar las fotos en Photoshop).
    Tal vez es por eso que prefiero dedicarme a pintar: yo elijo qué retratar, y cómo. Eso sí, cuesta mucho trabajo y se acaban los ojos con los años... pero vale la pena.
    Comparto tu sentimiento, Amigo.
    Y te mando un abrazo desde este lado del Atlántico.

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    1. Amiga Liz, esa cámara existe, claro que sí. Cualquier cámara puede valer. Lo único que hay que hacer es elevar el objetivo, aupar la lente por encima del suelo. Y tener una atenta mirada, para captar esas cosas buenas, libres, limpias y bellas.
      Pintar es aun mucho mejor, amiga. Porque en los lienzos puedes plasmar algo más, que ninguna cámara puede percibir: la intensidad, la calidad y el brillo de tu propia mirada interior.

      Un gran abrazo, pintora de ángeles, hadas y sueños.

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  3. A mi también me gustaría tener esa cámara.Poder fotografiar al tigre en la sabana, al toro en la dehesa sin ser perseguido por una panda de energúmenos con lanzas.Poder fotografiar los hospiatles de Sierra Leona con medios para hacer frente al ébola, poder fotografiar a los niños saharauis abandonado los campamentos de refugiados y volviendo a la tierra que les robaron.No daríamos a basto amigo Antonio pero hay que seguir luchando por un mundo mejor...

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    1. Amiga P.:
      Lo que pintas es casi... otro mundo. Y sin casi. Pero con mucha gente como tú seguro que hay sitio para la esperanza, y poco a poco, arduamente pero sin cejar en el empeño, una mejor realidad se irá abriendo paso.
      Lo que veo difícil es fotografiar a un tigre en la sabana...
      Lo digo en broma, para aliviar un poco la seriedad del tema. No te enfades. Y sí, por supuesto, hay que hacer todo lo posible para transformar el mundo. Sin olvidar nunca que el primer paso, el más importante, comienza por nosotros mismos...

      Un saludo, caminanta-viajera.

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  4. El tigre de Bengala, también conocido como tigre de Bengala real o tigre indio (P. t. tigris), se encuentra en la India, Bangladés, Nepal, Bután y Birmania. Se le puede encontrar en lugares variados, desde selvas húmedas hasta sabanas.
    Y no me enfando...Un saludo

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    1. Quería decir que no me enfado.Me ha patinado la n...

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    2. Perdona, P., tienes razón.
      He consultado la Biopedia y dice lo siguiente:

      "Cuando pensamos en la sabana, es comprensible que imaginemos áreas calientes y secas, sin embargo, puede que te sorprenda saber que este bioma posee una estación extremadamente húmeda y luego una temporada extremadamente seca. Se encuentran en las latitudes más bajas, este bioma particular cae en el medio entre un prado y una región boscosa. A menudo bordean los bosques tropicales y pueden superponerse con otros tipos de biomas."

      O sea, que lo que entendemos por sabana se encuentra no sólo en África, sino también en Australia, América del Sur y la India. Mi error procede de la imagen que tenemos normalmente de ese terreno, que se suele identificar con África.
      De todas formas, ya dije que era sólo una broma. Mis conocimientos sobre la Naturaleza y la biodiversidad es muy deficiente. Sólo intentaba bromear un poco. En cualquier caso, lo que me interesa es que leones y tigres puedan estar en su hábitat natural, y no encerrados en jaulas para diversión de algunos que se autodenominan "seres humanos".
      Y me alegro de que no te "enfandes", digo, enfades. (jeje)

      Un saludo, sabia amiga.

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