Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







martes, 16 de julio de 2013

Michael, Julio y el tiempo...



    «Existe una cosa muy misteriosa, pero muy cotidiana. Todo el mundo participa de ella, todo el mundo la conoce, pero muy pocos se paran a pensar en ella. Casi todos se limitan a tomarla como viene, sin hacer preguntas. Esta cosa es el tiempo.
    Hay calendarios y relojes para medirlo, pero eso significa poco, porque todos sabemos que, a veces, una hora puede parecernos una eternidad, y otra, en cambio, pasa en un instante; depende de lo que hagamos durante esa hora.
    Porque el tiempo es vida. Y la vida reside en el corazón.»

Michael Ende
("Momo")


    «Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan.
    ¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus pequeños rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.»

Julio Cortázar
("Instrucciones para dar cuerda al reloj")


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    Encontré, entre otras varias, estas citas de Ende y Cortázar en un reportaje sobre relojes de la periodista Ana Marcos (El País Semanal - 25 de noviembre, 2012). Me gustaron ambas, claro (la de Julio no la conocía), y se me ocurrió ponerlas aquí, porque dan unos perfiles del tiempo muy personales, pero ajustados a esa realidad de que el tiempo, efectivamente, es vida y ésta reside en el corazón. Es muy fácil saber esto, y lo de que una hora puede parecernos una eternidad o fluir en un instante, todos lo hemos comprobado. Pero no está de más recordarlo, en estas tardes largas y calurosas en que uno se encuentra en la necesidad de saber cómo usar su tiempo, para que no sea éste el que le use a uno... 
    Allá, en el fondo, está la muerte, sí, pero... ¿qué ocurre mientras tanto? Pues que el barco sigue su rumbo impasible, y de lo que se trata es de navegar con él. De lo que se trata, como siempre, es de no perder ningún soplo del aire de la vida, ese aliento muchas veces aparentemente oculto que fluye entre las horas y los días, jugando y danzando. Ese océano de aire en donde descubrimos, algunas veces, que contiene diminutas pero inapreciables joyas: diamantes, esmeraldas o rubíes que parecen tallados por la mano del duende de los sueños. Esas joyas que hacen que nuestra vida brille. Esas que nos animan a vivir. 


Antonio H. Martín  

6 comentarios:

  1. Belo demais... Lindo como narrado, o tempo por um momento abriu espaço ao encanto, que perdura, perfeito, parabéns!

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  2. Muchas gracias, Lucy.
    Me alegra que te guste hasta ese punto. ¿No serás tú una de esas joyas?
    Gracias por la visita y por dejar tu huella.

    Saludos.

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  3. Hay gente que no aprecia el tiempo. Es muy común oir decir: "Estoy matando el tiempo" "Que pase el tiempo"
    Para mí el tiempo es algo muy valioso y es mio...!Es mi tiempo! y me molesta mucho que me hagan esperar, que no sean puntuales, porque me lo hacen perder y mi tiempo es muy valioso, lo empleo yo como quiero. Por eso nunca guardo una cola, me voy sin comprar si tengo que estar esperando....pero bueno, son cosas mias ....jejeje.
    Un besin

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    1. Amiga Malú: los que dicen eso, los que "matan el tiempo", no sólo no lo aprecian sino que además están fuera de él, en alguna especie de esfera cerrada que les aisla del fluir de la vida.
      Me pasa como a ti, me molesta mucho esperar y llegar a la sensación de que estoy perdiendo el tiempo. ¡Me desespera, jajaja!
      No disponemos de ningún instante de tiempo para desperdiciarlo en esperas. Así que mejor irse a otra parte, donde poder vivirlo.
      Un abrazín, vecina astur.

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  4. Yo creo que venimos con un 'tiempo dado', desde que ponemos el pie en esta dimensión. Otra cosa es como lo percibamos, tanto en cuanto a la calidad como a la extensión... y ahí, en la percepción, esta el quid del tema.... y depende de tantas cosas y estímulos ese 'cómo'...

    Y si me remites a Cortázar, diría que nunca lo percibirá o vivirá igual un 'cronopio' que un 'fama'.

    Un abrazo señor cronopio.

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  5. Hola, hada Crystal.
    También yo creo eso, de que venimos con un tiempo dado, y que lo importante reside en nuestra capacidad de percepción. Si somos lo bastante rápidos y estamos lo suficientemente despiertos, seremos capaces de vivir todo ese tiempo y sacar todo su jugo, si no... el tiempo nos parecerá corto, y vacío.
    Decía el maestro de Castaneda que tenemos el tiempo suficiente, pero que somos un desastre a la hora de saber vivirlo.
    Sí, soy un cronopio, jaja. ¿Cómo lo sabes?

    Un abrazo, señora mágica (y, por supuesto, cronopia).

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