Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







lunes, 7 de enero de 2013

Sísifo



Si mal no recuerdo, Albert Camus empieza su "Mito de Sísifo" diciendo que el principal asunto filosófico es si la vida merece o no la pena. Afirmar o negar el sentido de la misma es, según Camus, la cuestión más importante de la filosofía. Y no seré yo quien le contradiga.
Tengo ahora la oportunidad, después de haber transitado por ciertos eriales de la existencia, de poder enfrentarme a esta cuestión desde una perspectiva libre de falsas esperanzas e ilusiones. La vida, digamos, me ha puesto contra las cuerdas, entre la espada y la pared, y en esa situación límite a uno no le queda sino ser sincero. De nada sirve dorar la imagen del mañana con los pinceles de costumbre. Así como tampoco es útil en absoluto añorar un ayer irrecuperable y perdido.
De manera que uno está directamente ante una situación muy real y concreta. Desnudo ante un presente ineludible. Y es en esta desnudez donde, sin ropajes de ningún tipo, uno debe encontrar o no el sentido de su existir. La mirada debe andar muy fina, para poder hallar, aún entre las cosas más pequeñas, algo donde agarrarse. Hacer eso, o la nada; hacer eso, o dejarse llevar por el abandono y caer en el absurdo, que es como una sombra de muerte en vida.
Sísifo fue condenado a subir aquella gran piedra por la montaña, para al llegar a la cima dejarla caer y volver de nuevo a hacer lo mismo, una y otra vez, interminablemente, sin descanso, sin pausa y sin solución. Pero, no todos tenemos esa paciencia, ni creo que hayamos sido condenados a tenerla. Simplemente, tenemos la libertad de intentar encontrar una salida y un sentido, y en caso contrario, dejar el viaje...


Antonio H Martín

13 comentarios:

  1. Hola Antonio:

    Casi cada día de mi vida me he venido planteando el sentido de esta existencia nuestra, por otro lado tan efímera, tan leve...

    Cada uno de nosotros nos creemos lo más importante, hasta el punto de que no concebimos que el mundo pueda seguir existiendo sin nosotros.

    Nuestro conocimiento de la realidad nos hace desgraciados frente a los animales que no se plantean nada en relación a su existencia, simplemente viven; pero ese conocimiento nos hace también libres y responsables de lo que hacemos con nuestra vida. Podemos elegir subir o bajarnos del tren, incluso cuando está en marcha...

    Cada día intento encontrar razones tanto dentro de mí misma como fuera para seguir el viaje.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola, Cristal!
    Me alegra verte por aquí de nuevo. Hacía mucho que no sabíamos nada de ti.
    Sí, amiga, hay momentos en que nos creemos importantes, pero la vida siempre se encarga de sacarnos del error. Sólo somos algo 'importantes' en cuanto a nosotros mismos y en relación con cierto círculo íntimo de amistades, si es que tenemos esa suerte.
    Lo que sin duda es cierto es eso que apuntas, de que somos responsables de lo que hacemos con nuestra vida, aunque apuntando asimismo que no siempre lo que hacemos es aquello que en realidad queremos, porque vivimos en medio de un mundo, cuyas corrientes nos traen y nos llevan, y eso, inevitablemente, influye en el resultado.
    Pero, en fin, aquí estamos, intentando encontrar un sentido para seguir en este tren, que tantas cosas buenas tiene, y, quizás, tendrá...

    Un abrazo, amiga, y gracias por volver.

    ResponderEliminar
  3. Como te dije en mi anterior comentario, que ha quedado tres o cuatro entradas más abajo, entro poco en los blog, tengo el mio casi abandonado, pero me gustar leer a los amigos y ver como están. Leyendo todas tus entradas me fui dando cuenta que estabas pasando un mal momento, pero siempre pensé que era más psiquico o del alma que fisico. Por tu respuesta he visto que también es fisico. Aqui solo te puedo apoyar con mis palabras y quiero que sepas que deseo de todo corazón que está situación sea transitoria y pronto veas esto como un mal recuerdo.
    Siento que tu venida al norte te halla traido tantos contratiempos y sinsabores.
    Un beso de tu amiga astur.

    ResponderEliminar
  4. Así es, amiga Malú, estoy pasando un mal momento, que dura ya algunos meses. Y no es nada psíquico, aunque todo influye, claro. Se trata de una situación difícil, que intento cada día campear como buenamente puedo.
    La culpa no la tiene el Norte, en absoluto. Porque esto mismo me podría haber pasado en Madrid. Por el contrario, el Norte me ha ayudado, y me está ayudando bastante. La gente de por aquí se porta bien conmigo y en lo que pueden siempre me echan una mano.
    Y sí, espero que todo esto sea transitorio, porque ciertas situaciones no pueden soportarse demasiado tiempo.

    Un fuerte abrazo, amiga astur.

    ResponderEliminar
  5. Perdón, quise decir "capear", y no "campear". Jeje. Es lo que pasa cuando se escribe deprisa.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  6. Antonio:

    Yo creo que el mito de Sísifo no es sólo cuestión de paciencia o enfoque. ¡Está presente todo el tiempo!! Yo al menos lo recuerdo a diario, pues la vida cotidiana lo refleja en su totalidad: no importa qué tan bien hayas limpiado la casa el día anterior, o lavado la ropa, u ordenado tu escritorio... siempre hay que re-comenzar, empezar de nuevo.
    Es una lata sin duda, tener que asearse, alimentarse, hacer la compra y la comida... infinitas cosas, CADA DÍA; te vaya bien o mal, esto es algo ineludible. Pero también es la prueba de que estamos vivos, y ese es el lado bueno.
    Los griegos ya lo sabían, y en su mitología incluyen a este personaje en el que todos nos reflejamos cotidianamente.
    ¡Adelante! Cada quien con su piedra! Habremos de seguir subiendo diariamente esa colina, , para volver a rodar hasta abajo cada vez y recomenzar de nuevo.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. Hola, amiga Liz.
    No lo veo yo así. La vida cotidiana tiene muchas obligaciones, sí, pero eso forma parte de una cotidianidad, que puede ser aceptada o no, pero que es algo normal. No creo que sea lo mismo "asearse, alimentarse, hacer la compra y la comida" que empujar una pesada piedra día tras día, sin sentido alguno.
    Yo, lo que busco ahora es precisamente eso: una vida normal, donde pueda volver a hacer esas labores normales y cotidianas que antes hacía. Y no como una condena, sino gozosamente. Porque gozoso me parece el mantener un hogar.

    Un abrazo, amiga.

    ResponderEliminar
  8. ¡WOW!

    (Me dejas sin palabras, Lobo Azul)
    Efectivamente, hay de piedras a piedras.

    Un abrazo, desde mi propia colina

    http://www.youtube.com/watch?v=sqwlbDNAP24

    ResponderEliminar
  9. Se supone que cada quien encarna un mito en la propia vida. Tomar conciencia del mito que a uno le ha tocado 'en suerte' proporciona la luz necesaria para transitar por los ineludibles momentos de oscuridad. "No te preocupes de llegar sino de avanzar. Ir avanzando es ir llegando" dice Jodorowsky. El sentido de los aparentes sinsentidos yace más allá de los límites de nuestra comprensión. Por eso, un día a la vez, un paso a la vez, parece ser la prescripción indicada en momentos de angustia y desesperanza.

    Cada quien tiene su piedra. Dudo mucho que exista alguien que no tenga una. Y es colina arriba que hay que llevarla. Dejarla rodar hacia abajo sería demasiado fácil. Y esta vida es todo.. Menos fácil. Lo que ha de aprenderse nos exige pagar el precio justo de su valía. Soy demasiado débil de voluntad para profesar el Estoicismo... Pero la vida, al parecer, parece tenerlo como su 'método de enseñanza' predilecto. Quien resiste, subsiste y finalmente se libera de la piedra... Ojalá escribir eso en la propia vida fuese tan fácil como hacerlo en esta página...

    No sé si te sirva de algo.. Pero cada vez que quiero desistir en lugar de resistir, pienso que no soy la única que lleva una piedra. Y que, como yo, los sísifos que habitamos este mundo estamos en la colina. Saber que uno no está solo aunque no haya nadie alrededor, a uno le ayuda a dar el siguiente paso. Que es el único que importa. ¿El sentido? El sentido de cada paso es llegar al siguiente. ¿Y el fin último de este ascenso por la colina? Vaya usted a saber... Tal vez cuando nos encontremos en la cima, podamos disfrutar juntos de la tan anhelada revelación....

    BESOS MILES AMIGO*

    ResponderEliminar
  10. Así es, amiga Liz: hay piedras y piedras...

    Un abrazo, pintora de ángeles y sueños.

    ResponderEliminar
  11. Sí, maga y amiga Isis, paso a paso se construye nuestra vida, cargando con la piedra personal de cada uno. Pero... ¿y si un buen día uno, después de llegar arriba con su piedra, la dejara caer quedándose él en la cima? Es decir, arriba, en lo alto, libre, sin piedra ninguna, y sin la obligación de bajar a buscarla. Quizá eso sea posible...

    Un gran abrazo, maga.

    ResponderEliminar
  12. que maravilloso relato, la vida es mas que un tema de inspiración de debate de critica y porque no de descarte. saludos.

    ResponderEliminar