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Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.
Existen tres formas de conmoción: la del cielo,
que es el trueno, la del destino
y finalmente la del corazón.
Si a raíz de la conmoción del destino
se moviliza uno interiormente,
podrá superar sin mayores esfuerzos
los golpes del destino que llegan de afuera.
I Ching
(51. Chen / El trueno)
Muy cierto y oportuno.
ResponderEliminarGracias.
Un saludo cordial.
Muchas veces el golpe del destino te pilla por sorpresa. Al trueno lo ves venir porque se oscurece el cielo.
ResponderEliminarUn saludin, amigo
Gracias a ti, Fer.
ResponderEliminarMovilizarse interiormente creo que es la llave de plata que abre la puerta de una transformación necesaria.
Un abrazo.
Malú, suele ser así: el destino nos sorprende. Quizá porque hay opciones que descartamos en nuestra imaginación, por ser demasiado incómodas.
ResponderEliminarY si vemos que se oscurece el cielo, presagiando el rayo, no le damos importancia, pensando que estamos a salvo bajo nuestro particular cobijo. Pero... luego viene el trueno, y éste se mete en nuestro tranquilo hogar y hace temblar hasta los cimientos con su rugido.
Un saludo, amiga astur.