Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







martes, 19 de octubre de 2010

Me he asomado por la verja...



Me he asomado por la verja
del viejo parque desierto:
todo parece sumido
en un nostálgico sueño.

Sobre la oscura arboleda,
en el transparente cielo
de la tarde, tiembla y brilla
un diamantino lucero.

Y del fondo de la umbría
llega acompasado el eco
de algún lago que se queja
al darle una gota un beso.

Mis ojos pierdo, soñando,
en la bruma del sendero;
una flor que se moría
ya se ha quedado sin pétalos.

De una rama amarillenta,
al temblar el aire fresco,
una pálida hoja mustia
dando vueltas cae al suelo.

Ramas y hojas se han movido,
un algo turba el misterio;
de lo espeso de la umbría,
como una nube de incienso,

surge una virgen fantástica
cuyo suavísimo cuerpo
se adivina vagamente
tras blanco y flotante velo;

sus ojos clava en los míos
y entre las sombras huyendo,
se pierde callada y triste
en el fondo del sendero.

Desde el profundo boscaje
llega monótono el eco
de algún lago que suspira
al darle una gota un beso.

Y allá sobre las magnolias,
en el transparente cielo
de la tarde, tiembla y brilla
una lágrima-lucero.

El jardín vuelve a sumirse
en melancólico sueño,
y un ruiseñor dulcemente
gime en el hondo silencio.


Juan Ramón Jiménez
(Rimas - 1902)


______________________

- pintura de Santiago Rusinyol
- foto: Juan Ramón Jiménez

12 comentarios:

  1. Melancólico Juán Ramón Jiménez.
    Quiero un lago que se alegre al darle una gota un beso.
    Besos

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  2. Desde el colegio, no había vuelto a leer esa poesía de Juan Ramón Jiménez y hoy, con los años que me separan de la lectura anterior, y quizá porqué esos años la cubrieron de un terciopelo suave, de una añoranza cierta, me ha tocado el alma con una sinfonía tierna...como la gota, que despertó la queja de aquel lago, con su beso.

    Besito volado Antonio.

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  3. Me encanta esa poesía rimada y musical de antes... Me gusta mucho... Me embriaga realmente.

    Como la visión que describe el poeta..

    besos miles querido amigo!!

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  4. cuántos recuerdos,cuántas lecturas!

    besos,Antonio*

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  5. Sí, Mária, ese era el tono de Juan Ramón, entonces y creo que siempre, pero magistral en su forma de percibir y de expresar.
    Un beso.

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  6. Pues me alegro, Brujita, de que el recuerdo sea bueno.
    Conocí al maestro Juan Ramón también en el colegio, porque su "Platero y yo" era el texto que se usaba para hacer el dictado. Y ya entonces me atrajo de forma especial.

    Un abrazo, poeta haikuiera.

    ;)

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  7. Hola, Isis.

    La visión es un poco triste, como comentaba antes Mária, pero demuestra muy bien la sensibilidad del poeta, que entonces era joven.

    Besos, amiga maga.

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  8. Sí, amiga Silviyuela.
    Estas re-lecturas traen recuerdos, y lo bueno es que nos conectan a viejos sentimientos que no se han perdido en el torbellino del tiempo.

    Muchos besos, amiga Rayu.

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  9. Entre la pintura y el poema me he visto transportada en el espacio y en el tiempo...La sensación ha sido extraordinaria.

    Excelente combinación, Antonio!

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  10. Me alegro mucho, Mercedes.
    Un poco es eso lo que se busca, el efecto deseado: que la imagen y el texto nos ayuden a "viajar", que nos transporten al interior del tema. No, un poco no, un mucho.
    Pero no es algo que haga del todo conscientemente, como "por oficio". Uno lo que hace es simplemente unir, según su intuición y criterio, ambos elementos. Y si la cosa funciona, pues me doy por satisfecho.
    Gracias por tu comentario.

    Un abrazo.

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  11. Me ha sorprendido al principio: qué buen poema, me he dicho, pero qué clásico, ¡estaba convencida de que era tuyo! para que veas, aunque no siempre deje rastros, lo que pienso sobre tu escritura.
    Me ha encantado la entrada, y esa pintura de Santiago Rusiñol ¡que no conocía!, que la acompaña también, toda esa melancolía decimonónica de cuando el mundo era de otra manera.
    Un abrazo, Antonio.

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  12. Gracias, Bel M., es todo un regalo para mí que me confundas con el joven Juan Ramón.
    Ya he dicho cien veces que no soy poeta, pero algo (o mucho) hay de conexión con el maestro de Moguer.

    Esa pintura de Rusinyol la encontré en la red, y pensé que le venía "de perlas" al poema.

    Un abrazo.

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