Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







martes, 31 de agosto de 2010

Más allá del puente



Era una noche de luna llena. Sobre una colina, entre la alta hierba que danzaba al son del viento, junto a un viejo castaño, estaba él. Un joven de unos veinte años, con melena, bigote y ojos de lobo. Esperaba...
No había impaciencia en su rostro, presentía que ella vendría en cualquier momento, quizá esa misma noche. Pero no sentía ansiedad alguna, no había prisa. El tiempo era como un río infinito, y las señales eran muy claras.
Al fin oyó una voz en la distancia:

- Martín, ¿eres tú?

Se levantó, y la vio. ¡Sí, era ella!

- Hola, amor, al fin has venido.
- Ay, cariño...

Y se fundieron en un tierno abrazo.

- ¿Estás bien?
- Sí, ahora sí, pero ha sido tan largo el viaje.
- Sabía que vendrías, por eso esperaba.
- Pero... ¿dónde estamos?
- En nuestro hogar.
- ¿Hogar? No veo casa alguna.
- Todo esto que ves es nuestro hogar.

La luna miraba curiosa, y el viento seguía haciendo que la hierba y las hojas bailaran. A lo lejos, muy a lo lejos, las estrellas sonreían y hablaban entre ellas.

- Pero... tú estás... muerto, ¿o no?
- ¿De verdad lo crees?
- ¿Entonces yo...?
- Cariño, no pienses ahora en nada. Mira, ¿ves esa casita azul sobre aquella loma? Esa es nuestra casa.
- ¿Nuestra casa?
- Sí, la construí para los dos; te esperaba desde hace tiempo.
- ¿Entonces es cierto?
- Sí, es cierto.

La mujer se sintíó aturdida, intentó pensar, pero al final se rindió a la evidencia y se lanzó de nuevo en los brazos de él.

- Te quiero, vida mía.
- Yo también te quiero, y ahora vamos a casa, debes descansar. Ya te explicaré, de momento sólo te digo que estamos en el País del Sueño...
- ¿El País del Sueño? ¿así se le llama a la muerte?
- ¿La muerte? ¡Jajaja! La muerte, amiga, es sólo el otro lado del puente. Y ahora ven conmigo.

Pero justo en ese momento, alguien apareció en la escena. Era una especie de guerrero. Y gritó:

- ¡Eh! ¡esa mujer es mía! ¿por qué te la llevas?

La mujer se quedó helada, y Martín se acercó a él y le dijo:

- Hola, ¿eres tú?

El guerrero desenvainó su gran espada y le miró inquisitivamente.

-¿Cómo que si soy yo? ¡Claro que soy yo! Y tú ¿quién eres, que me quieres robar a mi mujer?

Martín se acercó y con una amplia sonrisa le dijo:

- Yo soy tú...

En ese momento, mirándose ambos a los ojos fijamente, el guerrero soltó su espada y se dejó abrazar por Martín. Y unos instantes después, el guerrero había desaparecido, como la niebla.

- Ya está, amor mío, ya estoy completo, vamos a casa.
- ¿Quién era? -preguntó ella, aún asustada.
- Ese era yo en otro tiempo. Y ahora a casa, que debes descansar. Yo guardaré tus sueños.

La luna guiñó un ojo y sonrió, como suele hacerlo cuando algo le gusta especialmente, mientras que las estrellas, sin cortarse un pelo, rieron a carcajadas. Y Martín y su compañera se fueron tranquilos y felices hacia su casa del país del sueño, seguidos por el amigo viento de la noche.


Antonio HM.

(31 de agosto, 2010)

16 comentarios:

  1. Además de vivir el "aquí y ahora" veo que también sabes soñar...Si el más allá es de esta guisa, casi lo prefiero al cielo oonvencional...

    Un cordial saludo, Antonio

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  2. Jeje, Luis Antonio, sobre todo soy un soñador, es mi oficio preferido.
    No tengo ni idea de cómo es el cielo, ni siquiera sé si existe algo así, pero mis sueños son algo muy vivo, porque los siento.

    Un saludo, amigo.

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  3. En los sueños todo es posible, incluso salir de nosotros mismos como le ocurre a tu personaje.

    No cabe duda de que es necesario soñar, y viene bien hacerlo, tanto dormido, como despierto.

    Un abrazo, Antonio.

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  4. "...que la vida es sueño y los sueños sueños son.."
    No creo que la vida sea un sueño, ni que se pueda vivir soñando siempre, aunque sí es importante soñar, porque a veces ayuda a resistir.
    Un abrazo.

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  5. No sé quién dijo que los sueños no son reales... son solo otro tipo de realidad...

    Y es hermoso que en todas las realidades posibles, puedas encotrarte con tu amada..

    Eres uno de los pocos 'suertudos' que pueden jactarse de ello je je..

    besos miles querido amigo.. enamorado amigo soñador ;)

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  6. Quizás sí, que en el otro lado del espejo existe esa vida que tan feliz y bellamente relatas. ¡Ojalá!

    Cada uno cree enlo que quiere creer, y al final, dicen las últimas teorías de la Física, que creamos nuestra propia realidad al imaginarla... Así que... ¡quien sabe!

    Por si acaso, preguntaremos a la Luna si sabe el caminos del País del Sueño para cuando nos llegue el momento de cruzar ese puente.

    Precioso texto, amigo.

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  7. Hola, Cristal.
    Sí, los sueños son como puentes hacia otras posibilidades. Y puedo añadir, porque es cierto, que yo nací en un sueño, lo cual no significa nada especial, porque creo que muchos de nosotros hemos nacido así.

    Un abrazo.

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  8. Amiga Alfaro:

    "La vida es sueño y los sueños, sueños son"... pero ¿qué quiso decir Calderón con esto?
    Yo digo lo siguiente: si la vida es sueño, pues entonces todos formamos parte de ese sueño. La vida es sueño, de acuerdo, pues mira qué bien.
    Pero no todos los sueños son buenos, ahí están las pesadillas para demostrarlo.
    Y si los sueños sólo son sueños y la realidad otra cosa aparte, efectivamente es necesario soñar, y no sólo para resistir, como dices, sino para, a través suyo, vivir otra realidad distinta, y... ¿quién sabe si los sueños tienen el poder de transformar la realidad?
    Aunque esto suene a necio optimismo, no estoy seguro de que no sea cierto...

    Un abrazo.

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  9. Hola, Isis, amiga maga.

    Eso que comentas lo dije yo, jeje, pero con otras palabras.
    A mi amada la encuentro en todas partes, porque está siempre presente en mi pensamiento. No se me va de la cabeza ni un solo instante. La veo muy poco, pero su presencia es constante en mi sentir.

    Besos, amiga, y me alegro que compartas este mismo sentimiento con tu amado, lo que deduzco de tus últimas entradas.
    Quizá enamorarse es una locura, pero... ¡bendita locura!

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  10. Sí, así es, amiga Cristalook, ese país del sueño existe, porque si no, no lo vería.
    Y si es todo cosa de mi imaginación, pues entonces me declaro ciudadano de ese país, y renuncio a cualquier otro.
    Si las teorías de la física dicen eso, y están en lo cierto, entonces yo tengo ya creado todo un mundo, porque llevo toda una vida imaginando y soñando.

    A la luna, sí, hay que preguntarle a la luna, ella sabe de qué va esto.

    Un abrazo, amiga hada.

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  11. Amigo, es cosa sabida, el mundo real, realmente, no existe... Solo existe el mundo de los sueños... El mundo de la niebla...

    Un abrazo

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  12. Creo que saber soñar crea una vida intensa....Además la cualidad de soñar es algo que tiene tanta libertad como que nadie nos la puede quitar nunca.
    Saludos

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  13. Hermoso sin duda es el País de los Sueños, especialmente si coincides allí con tus seres queridos... ¡y hasta con tu otro yo de tiempos pasados, reconciliándose!

    Y lo mejor es que es "de este lado del puente", para que puedas contárnoslo de viva voz.

    Sigue ensoñando, y compartiendo tus mágicas visiones, Maestro de los Sueños Nocturnos.

    Y un beso

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  14. Antiqva, ¿el mundo real no existe?... Pues me quitas un gran peso de encima, jeje.

    Gracias por tu visita. Un abrazo.

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  15. Hola, Malú.
    No sé si se puede aprender a soñar, quizá sí. Yo soy soñador desde niño, y de ahí nace mi "rareza". Y, por supuesto, lo que caracteriza al soñar es la libertad, y te digo que lo que he vivido en los sueños es tan real, o más, que lo vivido en la llamada vida real.

    Saludos, amiga.

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  16. Hola, Liz.
    Tengo la seguridad de que ese país del sueño es donde nací, mi hogar y mi patria.

    Un beso, amiga.

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