Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







sábado, 6 de diciembre de 2008

Sinfonía para un ave marina


SINFONÍA PARA UN AVE MARINA


No se puede poner una carga grande en una bolsa pequeña,
ni tampoco se puede, con una cuerda corta,
sacar agua de un pozo profundo.
No se puede hablar con un político poderoso
como si fuera un hombre sabio.
Si busca comprenderte,
si mira dentro de sí mismo
para buscar la verdad que le has dado,
no consigue encontrarla.
Al no encontrarla, duda.
Cuando un hombre duda,
matará.

¿No habéis oído contar cómo un ave marina
fue arrastrada tierra adentro por el viento y se posó
a las afueras de la capital de Lu?

El príncipe ordenó una recepción solemne.
Ofreció al ave marina vino en el reducto sagrado,
mandó llamar a los músicos
para que interpretaran las composiciones de Shun.
Sacrificaron vacas para darle de comer.
Aturdida por las sinfonías, la infeliz ave marina
murió de desesperación.

¿Cómo se debe tratar a un ave?
¿Cómo a uno mismo
o como a un ave?

¿Acaso no debería un ave anidar en los bosques profundos,
o volar sobre los valles y las marismas?
¿Acaso no debe nadar en los ríos y estanques,
alimentarse de anguilas y pescado,
volar en formación con otras aves marinas
y descansar en los cañaverales?

¡Bastante malo es para un ave marina
estar rodeada de hombres
y asustada por sus voces!
¡Pues no fue suficiente para ellos!
¡La mataron con música!

Tocad todas las sinfonías que queráis
en los pantanos de Thung-Ting.
Las aves escaparán
en todas las direcciones;
los animales se esconderán;
los peces bucearán hasta el fondo;
pero los hombres
se reunirán en torno para escuchar.

El agua es para los peces
y el aire para los hombres.
Las naturalezas difieren, y con ellas las necesidades.

Por esto los sabios de antaño
no medían todo
por el mismo rasero.


Chuang Tse

(de ‘El Camino de Chuang Tse’ – ibídem)

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Aconsejo a todas las gaviotas y similares que se pasen por este cuaderno que desactiven la reproducción automática de música. Para ello sólo tienen que pulsar la tecla de pausa.

AC.

2 comentarios:

  1. Gracias por compartir tan buena reflexión y el mensaje implícito en la leyenda.

    Me ha gustado mucho leerlo.

    Abrazos

    Amparo

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  2. Pero, Amparo, tú eres una gaviota...
    Espero que hayas quitado la música.

    Me alegra que te guste. Este Chuang Tse nos hace reflexionar.

    Un saludo.

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