Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







domingo, 14 de diciembre de 2008

¿El Águila...?



Esta imagen del centro de nuestra galaxia fue tomada hace tres días. Y no me cuesta imaginar lo que interpretaría un brujo tolteca de hace siglos ante semejante visión...

Y eso que hablo de nuestra dimensión normal y cotidiana. En otros planos de la realidad, o desde otros niveles de percepción, las visiones deben ser muy diferentes y dar lugar a interpretaciones de lo más extraño.

Pero siempre la mente humana 'traducirá' lo que percibe en términos que ella pueda entender. Lo cual, por demás, es bastante lógico.
Así que a saber qué era en realidad lo que aquellos brujos de antaño llamaron 'el Águila'...

AC.
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Este comentario me parece desafortunado. He estado a punto de borrarlo, pero prefiero hacer una aclaración:

Según lo expreso, parece que me estuviera burlando de la interpretación que hicieron en su día los brujos toltecas, como si fueran ignorantes incapaces de distinguir una nebulosa de otra cosa. Y si así lo parece es que el ignorante soy yo, por no saber escribir.

Se supone que aquellos hombres eran 'brujos', lo que significa que eran videntes y tenían el raro arte de poder ver lo que los demás no vemos.

Pero no era esa mi intención. Lo que yo quería era acentuar el hecho de que ante la presencia de lo desconocido nuestra mente siempre traduce lo que ve en términos de lo que conoce. Y esto vale para todos, sean videntes o no.
Ante una visión de esa magnitud y extrañeza, la mente no puede hacer otra cosa que buscar relaciones y referencias para situarla, y de paso situarse. Porque la línea que separa cordura y locura es muy fina...

Esto es lo que quería decir, y no otra cosa.

AC. (16 de diciembre, 2008)

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. No te imaginaba como lectora de Castaneda, Maite. Grata sorpresa.

    Quién fuera en realidad el señor Castaneda me da igual. Y lo que opine sobre él gente como Marvin Harris o Richard De Mille me importa un rábano.
    Lo único que me importa de CC es su obra y lo que esa obra, fantástica o no, me ha hecho sentir.

    Dicen que el mismo Castaneda aconsejó poco antes de 'morir' que no leyéramos sus libros; que él sólo había sido un investigador de la energía, y que la auténtica magia es la que está presente en la vida cotidiana.

    Si a mí me dijera alguien mañana que los cuentos de Hoffmann sólo son pura fantasía tendría que darle, obviamente, la razón. Pero si lo que pretendiese con ello es quitar valor a la obra de Hoffman, por irreal, entonces pensaría que ese alguien es idiota.

    Lo fuese o no, según nuestra particular sintaxis, para mí el señor Castaneda fue todo un guerrero y un 'brujo' impecable, que consiguió con sus trabajos -a veces inconexos e inexplicables- remover en muchos de nosotros fuerzas que de otro modo hubieran permanecido dormidas.

    Por todo eso, que considero importante, mi respeto y gratitud para el señor Castaneda.

    Y lo demás son gaitas antropológicas de universidad que no me interesan lo más mínimo.

    Un saludo, Maite, y perdona ésta casi perorata que me ha salido como un torrente. :-)

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